San Juan y Giménez-Rico reciben los Águilas de Oro
La actriz y el director destacan en Aguilar de Campoo la importancia de los cortometrajes en la trayectoria de los profesionales del cine
nuria estalayo
Jueves, 4 de diciembre 2014, 22:20
Con agradecimiento y satisfacción recogieron anoche en el cine Amor de Aguilar de Campoo el Águila de Oro la actriz Antonia San Juan y el director burgalés Antonio Giménez-Rico. Según Antonia San Juan recordó minutos antes, para ella es el tercero de su lista, ya que con anterioridad se ha llevado dos de los premios del festival aguilarense por los cortometrajes en los que ha participado. «Yo tengo mucho respecto a estos reconocimientos, coloco los premios en un lugar especial y allí añadiré mi tercer Águila de Oro», comentó la actriz. Por su parte, el director burgalés mostró su gratitud por el homenaje, sobre todo «viniendo de un festival en de una comunidad que es la mía, por lo que estoy muy satisfecho de estar aquí», manifestó.
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Antes de su entrada al cine Amor, ambos homenajeados ofrecieron una rueda de prensa en las instalaciones de la fábrica de Galletas Gullón, donde posteriormente tuvieron la ocasión de visitar las líneas de producción y de probar las recién horneadas galletas. La actriz homenajeada, que contabiliza treinta participaciones en cortometrajes, describió los pequeños metrajes como «un acto de amor», ya que cuando se trabaja en los cortos normalmente no se cobra. Sin embargo, abogó por un mayor apoyo a esta disciplina artística y por el cambio en el modo de tratar estos proyectos. «Hay que plantearlos para que los actores y el equipo cobren de alguna manera, para estimular el trabajo y que no tengan que hacerse siempre por amor al arte», señaló, y añadió con tono divertido que «cuando hay dinero, el arte sale mejor».
Por otro lado, Antonia San Juan recordó sus primeros contactos con el cortometraje obligada por su situación de parada tras su participación con Pedro Almodóvar en Todo sobre mi madre, que la convirtió en una actriz internacional, pero sin trabajo. «Todos pensaban que yo era La Agrado y que Pedro me había encontrado en una esquina, por eso realicé mi primer corto para que vieran que podría ser otro tipo de personajes, para desencasillarme», explicó la actriz, que también dirige. Tras la cámara se pondrá en enero para su sexto corto, y en verano espera rodar su tercer largo.
Por su parte, Antonio Giménez-Rico, con 48 años de dirección a sus espaldas, con numerosos películas y documentales, aunque no cortos, defendió esta disciplina como independiente de los largos. «No es un camino de segunda fila para acceder a los largos, tampoco entiendo los cortos como trampolín para hacer un largo, creo que los cortos tienen identidad propiedad y merecen todos los apoyos y estímulos», subrayó. Igualmente, valoró los festivales como imprescindibles escaparates para que se conozcan estos trabajos más difíciles de encontrar en las salas cinematográficas. No obstante, evidenció lo difícil que es en estos momentos encontrar financiación para cualquier proyecto, incluido uno suyo que tiene en manos en estos momentos, y se mostró pesimista con el futuro cercano. «Es difícil encontrar fondos, incluso Televisión Española está viviendo un gran aprieto económico y no invierte en cine», apuntó el director. «Yo he vivido muchas crisis, pero como esta no he vivido ninguna», concluyó rotundo.
Arropados en la fábrica estuvieron los cineastas por la presidenta de Galletas Gullón, María Teresa Rodríguez, que un año más volvió a recalcar la gran satisfacción que tiene la empresa de colaborar con el pueblo y la cultura. También estuvieron presentes la alcaldesa, María José Ortega; el concejal de Cultura, Jesús Ángel Aparicio, y el director artístico del festival, Pepe Jordana. La regidora alabó el importante papel de Gullón en la continuidad del festival. «Además, siempre apoyando al festival con un gran cariño, que no ha decaído», añadió.
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También, encumbró el Festival de Cortometrajes de Aguilar su recién estrenado director, quien señaló que proponer innovaciones en Aguilar es complicado, ya que se trata de «un festival sólido, completo, con muchas secciones y donde es difícil innovar». No obstante, Pepe Jordana lanzó una propuesta: «Quizás lo que le falte a Aguilar es que venga más gente de fuera, es un festival internacional y estaría bien que llegaran de otros países. Así se podrían unificar turismo, cultura, entretenimiento y galletas, naturalmente», manifestó.
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