Catalina de Austria regresa a su hogar

Torquemada rememoró el sábado uno de sus acontecimientos históricos más importantes ocurrido en los inicios del siglo XVI, la llegada del cortejo fúnebre de Juana I de Castilla con los restos mortales de su esposo, Felipe El Hermoso, lo que propició que numerosos vecinos se vistieran de gala para la escenificación.

La historia recoge que la ruta real llegó a Torquemada en la Nochebuena de 1506, quedándose durante varios meses en la localidad. En este tiempo, la reina Juana I de Castilla dio a luz a la infanta Catalina de Austria, hija póstuma de Felipe El Hermoso, el 14 de enero de 1507 y fue bautizada por el Cardenal Cisneros en la iglesia parroquial de Torquemada, hecho que también se rememoró en la representación. Este importante acontecimiento se refleja en el busto que hay de la infanta Catalina junto al templo de Santa Eulalia, que fue inaugurado el 14 de enero de 2007, conmemorando de este modo el quinto centenario de su nacimiento. Catalina fue posteriormente reina de Portugal.

La representación tuvo un marco inigualable a su paso por el puente, calles y plazas, donde centenares de vecinos y visitantes siguieron atentos la magnífica puesta en escena, a pesar de que el tiempo amenazaba lluvia. «Seguimos apostando por la difusión de nuestro patrimonio inmaterial, conscientes de la importancia que tiene nuestra historia. Rememorar un año más el paso del cortejo fúnebre de Juana I de Castilla con los restos de su esposo y el nacimiento de su hija Catalina supone un reconocimiento a nuestros personajes más ilustres», destacó Jorge Domingo Martínez, alcalde de Torquemada.

Más de un centenar de vecinos y actores participaron en la representación, que contó con el apoyo técnico y profesional de la Compañía de Teatro Paripé, de Tordesillas, que durante los sábados del mes de agosto representa la vida de Juana I de Castilla. Los torquemadenses tienen un cariño especial hacia esta reina, pues los documentos de la época cuentan que se encontraba muy bien en la localidad, ajena al ambiente político y a las presiones de la época. Pero esa tranquilidad se vio alterada por la peste, que motivó la salida precipitada del cortejo real hacia Hornillos de Cerrato.

Torquemada se adentró el sábado, por séptimo año consecutivo, en su historia con el fin de mantenerla viva entre las generaciones presentes. Juana I de Castilla, Catalina de Austria o el Cardenal Cisneros, acompañados de toda su corte, revivieron algunos de los hitos históricos más bellos que ha vivido la localidad.