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Ana Belén y Víctor Manuel, en la Seminci de 2017. Gabriel Villamil

Mi vida bajo el fascismo

El óxido de los días ·

«Aquí nunca se ha visto nada igual y el ambiente de terror solo se puede comparar a los acontecimientos que tuvieron lugar cuando Podemos llegó a La Moncloa y el comunismo, al Ayuntamiento de Valladolid»

José F. Peláez

Valladolid

Jueves, 17 de marzo 2022, 00:17

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Ahora que el fascismo ha llegado a mi ciudad, nada ha vuelto a ser como antes. Es triste ver cómo, desde que llegó la ultraderecha, ... los hombres pasan las mañanas jugando al dominó y bebiendo vino quinado mientras las mujeres hacen ganchillo junto a la ventana, esa ventana que se ha vuelto naranja desde que del cielo caen las cenizas de lo que un día fue Ciudadanos. Y eso del ganchillo solo si las mujeres no están rezando, porque, desde que el obispo y el gobernador civil pasan por las casas preguntando el catecismo a la hora nona, la ciudad se ha convertido en un murmullo de rosarios infinitos y de jaculatorias de pena. Y luego, por la tarde, los hombres en los toros o en las peleas de gallos. O envenenando gorriones y ahorcando galgos. Y las mujeres entonces cocinan casquería para que sus maridos lleven a las fábricas. Y Valladolid entonces huele a guiso soso y a lágrimas. Y suenan las sirenas del toque de queda mientras el Sereno vigila los parques y el recato.

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