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Las noticias surgidas en las últimas semanas sobre los avances científicos que nos permiten aventurar la cercanía de un antídoto que nos ayude en esta ... guerra mundial contra el coronavirus, arrojan un halo de esperanza en este oscuro, casi negro, 2020. Un subidón de adrenalina social para afrontar con cierto optimismo el 2021 que está a la vuelta de la esquina. Conocida ya la malignidad de este virus el mundo entero se aferra, nos aferramos, a la vacuna como la única tabla de salvación.
Una vacuna. Ese objeto tan cotidiano del que incluso preferimos ni oír hablar porque lo asociamos al dolor que supone el pinchazo sin pensar en sus efectos positivos en nuestra salud. Salvo el grupo de riesgo que cada año se vacuna contra la gripe, las vacunas solo adquieren cierto valor cuando llega un nuevo miembro a la familia. ¡A nuestro bebé que no le falte ninguna! Pero el bebé crece y conforme cumple años nos olvidamos de ellas.
Sin embargo, en el mundo, cada minuto, las vacunas salvan a 5 niños de morir por enfermedades prevenibles como el sarampión o la poliomielitis. Esto significa que las vacunas, algo que cabe en un bote tan pequeño e insignificante, salvan entre 2 y 3 millones de vidas cada año. Por ejemplo, desde el año 2000, la vacuna contra el sarampión ha evitado más de 23 millones de muertes y la de la polio ha contribuido a que el número de casos haya descendido en más del 99%. Estos resultados demuestran el poder de las vacunas, y por eso desde UNICEF España hemos lanzado la campaña #PequeñasSoluciones, para recordar que las vacunas son un aliado clave para la supervivencia infantil.
Este año, la importancia de las vacunas se ha hecho más patente todavía, pero mientras el mundo espera la solución a la pandemia de la covid-19, no podemos olvidarnos de las enfermedades que pueden prevenirse y que están repuntando debido a la crisis actual. Las vacunas son la solución más eficaz, sencilla y económica para la supervivencia de miles de niñas y niños en el mundo. En definitiva, las vacunas salvan vidas.
Gracias a las vacunas, muchos de nosotros hemos tenido la suerte de crecer sin ver morir a familiares o amigos, o sin sufrir discapacidades de por vida como las que pueden derivarse del sarampión o la poliomielitis.
Y por ello, cuando precisamente conmemoramos el Día Mundial de los Niños, en UNICEF queremos poner el foco en los derechos de los niños a la salud, la educación o la protección, y en el impacto que la crisis está teniendo en ellos; por ejemplo, su acceso a vacunas o en su salud mental. Seguramente no nos hemos dado cuenta, pero la crisis originada por la COVID-19 es también una crisis de los derechos de las niñas y niños; la pobreza y la desigualdad aumentan y la pandemia ha trastocado los servicios esenciales que garantizan la salud, la educación y la protección de los niños. A nivel mundial, el número de niños que viven en la pobreza multidimensional, sin acceso a educación, salud, vivienda, nutrición, saneamiento o agua, se ha disparado hasta los 1.200 millones de niños. Se trata de un aumento del 15%, o 150 millones de niños más desde el inicio de la pandemia a principios de este año.
Es por ello que desde UNICEF pedimos medidas para proteger a nuestros niños, a todos los niños, para mitigar los perores efectos de la pandemia y reimaginar un futuro mejor, recordando que contamos con la Agenda 2030 como hoja de ruta que oriente nuestros esfuerzos.
En este sentido, es necesario garantizar el acceso de niños y niñas a los servicios de salud y nutrición, y hacer que las vacunas sean asequibles y disponibles para todos los niños. También debemos apoyar y proteger la salud mental de niños y jóvenes; aumentar el acceso al agua potable, el saneamiento y la higiene, y abordar la degradación medioambiental y el cambio climático. Tenemos que garantizar que todos los niños aprendan cerrando la brecha digital, revertir el aumento de la pobreza infantil y garantizar una recuperación inclusiva para todos, redoblando los esfuerzos para proteger y apoyar a los niños y familias que viven en situaciones de conflicto, desastre y desplazamientos.
Así lo han compartido también en las Cortes de Castilla y León. Celebramos el compromiso de todos los grupos políticos –representados en la cámara autonómica– con el cumplimiento de la Convención sobre los Derechos del Niño, refrendado en una Declaración Institucional en el Pleno del pasado día 17 de noviembre. De este modo, las Cortes de Castilla y León apuestan también por un mundo mejor para la infancia, buscando asegurar que los derechos de los niños se pongan en el centro de las medidas de atención a la crisis y la recuperación, y se sigue así la senda que marca la aprobación hace 31 años de la Convención sobre los Derechos del Niño en 1989. Celebramos además la movilización de ayuntamientos, centros educativos y otros aliados de UNICEF que aprovechan esta jornada para reivindicar los derechos de los niños y niñas, y destacar la importancia de la Convención.
Ahora que somos mucho más conscientes de que hay pequeñas soluciones que salvan vidas, ahora que la covid-19 nos ha recordado a todos lo importante que son las vacunas como escudo protector de nuestra salud, piensa en si tuvieras la oportunidad de salvar millones de vidas con una solución económica, sencilla y muy eficaz… ¿lo harías? Por supuesto que sí. Eso es lo que hacemos en UNICEF y lo que, gracias a nuestros socios y donantes, podemos seguir haciendo más y mejor, vacunando a todos los niños y niñas del mundo contra enfermedades prevenibles.
Te invito a conocer más sobre nuestra labor en www.unicef.es
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