No, no es suerte
«No es casualidad que países como Alemania presenten un balance de muertos tan diferente a España»
Por qué España es uno de los países más castigados por la pandemia? Es la gran pregunta y que no pocos despachan echando la ... culpa a un presidente del Gobierno que lleva en el cargo desde el 8 de enero. Sus numerosas improvisaciones y los constantes encontronazos con sus socios representan, además de un enorme riesgo para nuestra salud, la mejor munición para los apasionados de las trincheras y los ruidos de cazuelas. Resulta fácil caer en la tentación de la simpleza argumental, pero la verdadera amenaza no es esa, sino la incapacidad para formularnos las preguntas adecuadas y obtener respuestas, pese a que no nos guste lo que vayamos a encontrar en ellas.
A falta de que los científicos determinen por qué el virus se propagó aquí con tanta contundencia, quizá debamos empezar por reconocer que no es suerte, ni casualidad, que países como Alemania presenten un balance de muertos tan diferente. No es suerte que, según los datos de Eurostat, hoy Alemania casi triplique su inversión en I+D frente a España (3,63vs1,24 del PIB) y que las diferencias se hayan incrementado desde 2007. No es suerte que España destine 943 euros por habitante a la Sanidad pública y Alemania 1.263. No, no es suerte que España cuente con 243 camas de hospital para pacientes agudos por 100.000 habitantes y Alemania con 602. No, no es suerte que en España lideremos las tasas de abandono escolar y que Alemania posea uno de los sistemas educativos más estables y eficientes del mundo, formando ciudadanos críticos capaces de exigir pactos entre la izquierda y la derecha por encima de las banderas ideológicas. Qué va, esto nada tiene que ver con la suerte ni con el argumentario de cajón.
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