Seismo político en Perú
Editorial ·
El incendio en las calles y las instituciones parece aconsejar abrir un paréntesis con nuevos actores políticos que reconduzcan a Perú, elecciones mediante, a un clima de concordia y estabilidad
Perú está viviendo un auténtico seísmo político tras el intento de autogolpe del presidente Pedro Castillo y su consiguiente detención y relevo por la vicepresidenta Dina Boluarte. Los partidarios del presidente depuesto se han movilizado por todo el país bloqueando carreteras y aeropuertos, mientras el nuevo equipo de gobierno decretaba 30 días de estado de emergencia para frenar los disturbios.
España saludó a través de una declaración del presidente Sánchez el restablecimiento del orden constitucional y el ejemplo de fortaleza democrática del pueblo peruano apoyando a la nueva presidenta por su defensa del estado de derecho. Pero los enfrentamientos entre manifestantes y fuerzas de seguridad ya han arrojado la cifra de 18 muertos mientras el país se sume en el caos.
El compromiso de la nueva presidenta de adelantar las elecciones a finales del próximo año no ha sido suficiente para rebajar la tensión en un país donde las desigualdades son cada vez más intensas y la polarización política marca la realidad social. El incendio en las calles y las instituciones parece aconsejar abrir un paréntesis con nuevos actores políticos que reconduzcan a Perú, elecciones mediante, a un clima de concordia y estabilidad.
