'Rroydo' y 'nueses'
«Ya no nos acordamos que en un tiempo y en una galaxia muy lejana éramos ruidosos y puñeteros con los mártires vecinos»
Cada vez que me confieso, me absuelvo. Es la ventaja de caminar solo, que no hay alguien al lado que te recuerda que una vez también fuiste de la partida. Y eso y solo eso es lo que nos ocurre con los estudiantes que dominan el casco histórico segoviano: que ya no nos acordamos que en un tiempo y en una galaxia muy lejana éramos ruidosos y puñeteros con los mártires vecinos.
El único concejal de Podemos –que es obvio también camina solo, en la Corporación municipal, claro– ha puesto el grito en el cielo para elevar su lamento ante las molestias que ocasionan los moradores o visitantes arrimados de los pisos universitarios, sobre todo «estudiantes extranjeros de alto standing alojados en ellos». Deben vociferar más por el idioma diferente y por la chillona cuenta corriente.
Y tanto ruido ha generado en este año más de un centenar de llamadas de protesta, de las cuales una quincena han concluido en denuncia, ocho de ellas por desmadres estudiantiles. «Más el rroydo que las nueses», que la vieja le dijo muchas veces a nuestro querido Arcipreste de Hita. Ruido, que apelo a su memoria y a la mía, alguna vez dimos. Y ya les digo: cada vez que me confieso de aquello, me absuelvo de mis pecados estruendosos y de los cometidos en silencio.