Política sin sentido
La Platería en llamas ·
¿Contempla el PSOE hacer con una foto de Fernández Mañueco el mismo ridículo que arrastró contumaz el PP por una instantánea de Óscar Puente?Un gran hombre al que aprecio sobremanera, entre otros muchos detalles por su inteligencia, bonhomía y buen juicio, ya jubilado aunque en uso pleno de ... sus facultades mentales y admirable de las físicas, nos confió esta primavera a un pequeño grupo de amigos que de niño, con diez años, contempló la presencia majestuosa de un OVNI que se mantuvo suspendido frente a él durante varios segundos antes de iniciar un ruidoso y acelerado ascenso en vertical hasta desaparecer completamente de su vista, aunque no de su memoria, donde aún continúa aquel objeto volador pegado a sus recuerdos, como un molusco a la roca.
Por supuesto, aquello ocurrió cuando se hallaba en soledad, que es el modo en que suceden siempre estos acontecimientos inexplicables, y decidió no decir una sola palabra de lo visto, no fuera a comprometer gratuitamente la ya de por sí tambaleante credibilidad de cualquier niño en los años cincuenta, a no ser que ante sus ojos inocentes hubiese tenido lugar una aparición con trazas evangélicas. De habérsele aparecido la Virgen acaso su vida hubiese arrumbado hacia derroteros diferentes desde entonces, pero ver OVNIS, en los años cincuenta y sesenta, además de contribuir estadísticamente a un hecho sociológico que aún debiera dar para no pocos estudios, podía provocar una devaluación personal irreversible.
Como es lógico, mi amigo sabe que no vio un artefacto interestelar tripulado por seres venidos de otro planeta. Pero aún recuerda con precisión la eficacia del engaño que debió de producirse en su percepción aquel día a través de todos sus sentidos, esos acompañantes prodigiosos, afanados en proporcionarnos nociones precisas de lo que llamamos realidad y en quienes depositamos toda nuestra confianza.
El problema acaso resida en que, aunque sepamos que a menudo la realidad es pérfida y engañosa, somos capaces de añadir al quinteto estelar de los sentidos, cuyas limitaciones asumimos pesarosos, un sexto inasible y volátil que nos permite resolver de inmediato aquellos enigmas que se nos resisten: atajamos en las respuestas, completamos las líneas de puntos a nuestro antojo o –claro está– alimentamos sospechas ventajosas donde las apariencias lo permitan. Sirva de ejemplo lo último de Ana Sánchez, secretaria de organización del PSOE de Castilla y León, que ha decidido anunciar un particular avistamiento sin el recato y la precaución que un niño de diez años hubiera procurado en la difícil década de los cincuenta, y no escatima en exigencias de explicación por una fotografía del presidente de la Junta junto al propietario de la empresa Biorama antes, o después, eso poco importa, de la final del Real Madrid frente al Liverpool.
A mí, este arrebole sobreactuado y gratuito de Ana Sánchez sí me genera una duda visible, audible y tangible que, por precaución, no confiaré a mi sexto sentido, aunque ahí va: ¿Contempla el grupo parlamentario socialista de las Cortes autonómicas hacer con una foto de Fernández Mañueco en los alrededores del estadio de Saint-Denis el mismo o semejante ridículo que arrastró contumaz el grupo municipal popular del Ayuntamiento de Valladolid por una instantánea de Óscar Puente en la cubierta de un yate? Siguen sin mirar, ni reconocer, todas estas sus mercedes que por aquí no hay gigantes, ni molinos, ni OVNIS, ni Marías Santísimas; que las sospechas, en caso de haberlas, se investigan en silencio y sin alharacas, con el sexto sentido bajo control. Y si en algo decepcionó Fernández Mañueco este fin de semana a tenor del fútbol y las hinchadas, las victorias y la elegancia, fue en que hasta Pelé se mostró más expeditivo y sincero que él en su felicitación al Real Valladolid por el ascenso.
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