Patosos y patógenos
La canaleja ·
Para preservar el Acueducto de majaderos, varias ordenanzas van a defender sus piedras
Veo poco el Acueducto; y a usted, también. Son los tiempos que son, de prohibiciones y canguelos. De lo primero sabe mucho el monumento, ... al que están diseñando un traje de protección en la sastrería municipal que prohíba y sancione su más mínimo roce; y de lo otro, del miedo, usted y y yo tenemos en buenas dosis y por ese motivo no nos vemos
Prohibidos y temerosos nos encontramos porque ahí fuera, en la calle, «'pa' mí que nieva», que decía el torerillo Chavito en una zarzuela porque carecía de capa para abrigarse. Una nevada de copos gruesos, de limitaciones y angustias. Y de nevadas bien sabemos el Acueducto, usted, yo y Segovia, que alardea de su millar de metros de altitud.
A la mole romana le da igual el covid y sus miedos proceden de patosos, más que de patógenos; el temor de usted y el mío viene de ambos, que un inconsciente es buen aliado del virus. Por eso, para preservarlo de majaderos van a defender sus piedras varias ordenanzas, en las que sepa le crujirán si se le ocurre subirse o esa gracieta de introducir cosas entre las juntas de los sillares. También si come o bebe entre los arcos, deja una mochila, se apoya o lo toca, costumbre esta última que tengo y desterraré.
Y si nieva, que nevará, no podrá amontonarla junto a sus pilares, para que Chavito cambie su frase por un «'pa' mí que al patoso le va a nevar un patógeno».
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