Turistas americanos
«Merece la pena atraer a esta gente del otro lado del Atlántico. Quieren ser nuestros amigos»
Tengo cariño a los turistas americanos. Pueden parecer un poco inocentes, a pesar de ser buena gente e inofensiva. En el centro de Londres, ... de donde vengo, suelen parar a extraños en la calle, generalmente para pedir direcciones, pero también a veces por otras cosas más extrañas. Son curiosos, y hacen gracia a la vez que caen bien por ser personas abiertas, sonrientes y muy educados. Los últimos que encontré era un día lluvioso de marzo. Estaban sentados enfrente, en el 'tube' (metro). Preguntaron por qué no llevaba paraguas. «Los ingleses llevan paraguas, ¿Dónde está el tuyo?» Creen que cada nativo que encuentran durante su viaje es un guía. No distinguen entre desconocidos. El día anterior, esperando la maleta en el aeropuerto de Heathrow, un joven de Florida se me había acercado. Quiso saber si yo sabía en que lado está el volante en los coches ingleses. ¿El izquierdo o el derecho? Son así.
Un amigo, agente de la policía de frontera británica, dice que tiene una lista de los viajeros más difíciles que llegan al control de pasaporte. Los primeros por ser los peores de los peores son nuestros propios hooligans, los mismos borrachos que han pasada una semana haciendo desgracias en las costas españolas, ya regresando a casa. (En el pasado, mandábamos a los forajidos a colonias penales en Australia, pero, desgraciadamente, hoy día no se puede hacer, ni con ni sin brexit.) De todas formas, los turistas de los EE. UU. son los segundos, que no está nada mal. No por ser peligrosos, por supuesto, sino porque nunca saben ni de donde vienen ni a donde van.
El año pasado, 3.8 millones de estadounidenses visitaron España, más que nunca, un crecimiento del 38%. Son pocos los que vienen a Valladolid, una pena porque en 2023 gastaron 7.875 millones de euros. Muchos hacen turismo cultural, desde Madrid pasan el día en Toledo o Córdoba. Una cosa poca conocida aquí es que, para un americano, Miguel de Cervantes, Cristóbal Colon, y Felipe II, el de la Armada Invencible, tienen más relevancia que el Alcázar o la Mezquita. Y sus casas están en Valladolid. Además, aquí hay una hostelería excelentísima. Cuna de España y el castellano, estamos en la tierra de los mejores vinos y comida del mundo. A solo una hora desde Chamartín, el turismo americano es un mercado por desarrollar. Da empleo a camareros, comercios, taxistas, guías, y muchos más. Merece la pena atraer a esta gente del otro lado del Atlántico. Quieren ser nuestros amigos.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión