La causa principal de la crisis económica de 2007 y 2008 fue la insaciable avaricia corporativa de las instituciones financieras. Los gobiernos de sus respectivos ... países, acólitos de las omnipotentes multinacionales, habían ayudado a los bancos en su sagrada e imposible misión de incrementar los beneficios, año tras año hasta el Armagedón, desregulando los mercados en los años 90 del siglo pasado. Eso permitió que glotones como Lehman Brothers comprasen y se vendiesen entre ellos las hipotecas super arriesgadas de sus empobrecidos clientes. Por fin esa práctica de corta visión monumental provocó su propia quiebra. Bueno, dependiendo del banco, su propia quiebra o la subvención de billones de euros, de nuestros impuestos, que tuvimos que pagar para salvar sus culos desagradecidos.
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La crisis dejaba a muchos en la ruina y, casi peor, con un enorme disgusto contra un sistema político que, por primera vez, produjo una generación de jóvenes más pobres que sus padres y, al contrario de ellos, sin expectativas de un futuro mejor. ¡Ay! ¿No hay una alternativa a todo eso? Llega el populista. Curiosamente son fáciles de ver por sus extraños cortes de pelo. Fíjense, por ejemplo, en el próximo presidente de EE UU, Donald 'bebe lejía' Trump, o su amiguete inglés, el mal peinado Boris Johnson, o, incluso, los llegados más recientes al escenario internacional, Javier Milei y su sierra mecánica en Argentina y Geert Wilders en Holanda. Llevan su 'look' rarito con orgullo. Están diciendo: ¡Miradme! Soy un sinvergüenza y tengo algo que contaros.
Luego, contando sus ideas torcidas, pescan los votos de los decepcionados. Para empezar, insisten que el cambio climático no tiene nada que ver con nuestros coches todoterreno e ignoran la opinión de la inmensa mayoría de los científicos porque «son eco histéricos». Después van en contra de los musulmanes, (chinos, mexicanos, etcétera) usando las mismas palabras que usó Hitler en contra de los judíos.
Según el holandés Wilders, el islam es «la ideología de una cultura retrasada» y los marroquíes son «escoria». Él mismo es católico, pero no dice qué piensa sobre los 20.000 niños holandeses abusados por curas (por no hablar de los 400.000 españoles). Lástima que, debido al cambio climático que cree que no podemos controlar, más africanos que nunca estarán obligados a venir a Europa. Sr. Wilders, ¿me oye? Hay que construir más diques. Busque albañiles árabes. Son buenos trabajadores y cobran poco.
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