Venta de libros en la calle en Salamanca en el día de las librerías. Manuel Ángel Laya

No hay libro tan malo

La Canaleja ·

En el día de las librerías no se han formado filas interminables para acopiar material ante tanta hora boba en casa. No lo esperaba, tampoco soy tan ingenuo

Jaime Rojas

Valladolid

Sábado, 14 de noviembre 2020, 08:55

A pesar de los pesares, uno mantiene la fe y la esperanza en nuestro género. Es lo que tienen las virtudes teologales, aunque dejo la ... caridad para otra ocasión, por guardarme algo. Fe en que este embrollo en el que nos encontramos termine pronto y esperanza en que salgamos mejores como asegura –ya menos– la propaganda.

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Contaba con indicios por ciertas actitudes y confianza en que tanto tiempo en casa nos iba a dar por algo más que por hacer magdalenas o ver programas ridículos en televisión; tenía la verde esperanza de que incluso la lectura iba a subir para dar en el cielo de la boca a quienes no creen en nosotros. Pero mucho me temo, que no, que vivo a golpe de deseo más que de realidad.

Ayer, día de las librerías, no se han formado filas interminables para acopiar material ante tanta hora boba en casa. No lo esperaba, tampoco soy tan ingenuo, pero siempre le queda a uno la ilusión de que abracemos el aforismo no hay libro tan malo que no tenga algo bueno. Y eso que los establecimientos ofrecían descuentos y regalos e incluso escritores ejercían de 'libreros por un día' en la madrileña Cuesta de Moyano.

Pero nos puede el pecado –y déjate de cursis virtudes–, de la pereza. Y no hay cosa televisiva o de internet tan basura que no tenga algo en lo que rebuscar. Es más cómodo y a nadie le desagrada holgazanear mientras pasan imágenes y tontos.

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