Que te vote Puigdemont

¿Quién se acuerda de eso? El PSOE, a lo suyo, que lo que toca ahora es ver cómo vende la amnistía de Carles Puigdemont que, si no, se vuelve a votar el 14 de enero y el resultado del 23-J se le puede torcer. En esas están los socialistas en todas sus sedes, que es por donde han de empezar a convencer al personal. Sin ir más lejos, mañana lunes en la de Valladolid, por la tarde, donde han sido convocados los miembros de la ejecutiva. Todos puentistas, claro. Y sanchistas, evidentemente. Hace fata pedagogía. Pero como toda pedagogía que se precie necesita de método y éste, de elementos ilustrativos, veremos y escucharemos comparaciones de todos los gustos. Aquí va una que le han trasladado a este cronista esta semana: «Esto es como en una empresa cuando hay despedidos; se va a la huelga. Y después de un tiempo de tensiones, la empresa se aviene a reiniciar las negociaciones con el comité; este, claro, lo primero que pone sobre la mesa es la readmisión de los despedidos». Pregunta seráfica: ¿Quiénes serían los despedidos en la amnistía? «¡Quiénes van a ser, hombre de Dios! Puigdemont y los suyos».

Cuesta imaginarse a algún dirigente socialista de Castilla y León desarrollando semejante teoría para convencer a sus votantes de las bondades de la amnistía. Pero cosas más gordas se han visto. Por de pronto, los socialistas de Valladolid (no confundirse con los de Castilla y León) están de enhorabuena con Óscar Puente y sacan pecho. Que si primero portavoz en la no investidura de Feijóo; que si ahora negociador de la investidura de Sánchez con María Jesús Montero, Cerdán, Pilar Alegría, Hana Jalloul, Bolaños y Gómez Besteiro. Y en la sede regional socialista, un Luis Tudanca acabado del todo y una Ana Sánchez que no haría ascos a ocupar el sillón del burgalés, (el de la sede, no el de las Cortes de a 90.000 euros, que ese ya lo tiene ella) contemplan como no pueden subirse al carro de decir que son puentistas. «Si naciste pa' martillo, del cielo te caen los clavos», dice el cantar que a poco que se aplique el oído puede escucharse cerca de Tudanca.

Al secretario regional socialista, que no líder, le acabó de rematar esta semana el Debate de la Región. Su repetición de tópicos ya no convence ni a los adeptos. Así de relajado salió el presidente Mañueco. «Haz que tus adversarios pierdan ánimo y dirección, de forma que, aunque el ejército enemigo esté intacto, sea inservible». Esto lo escribió el estratega chino Sun-Tzu hace cinco siglos, pero tiene una actualidad impresionante para definir cómo está el PSOE de Castilla y León ante Mañueco: inservible para hacerle oposición y, menos aún, alternativa. ¡Pero si hasta Juan García-Gallardo se permite hacer chanzas contra Tudanca! ¡Gallaaaaaardo!, que es al ingenio político lo que el Papa Francisco al rock. Y eso que no anda en buenas horas el vicenada de Vox: le abandonaron miles de votantes en las generales (perdió 5 de los 6 diputados) y ahora ha tenido que cambiar de periodista de gabinete, al írsele al despacho de al lado de Santiago Abascal su anterior asesora, Montserrat Lluis, a la que ha sustituido el exdirector de 'El Mundo de Valladolid' Vidal Arranz.

Puente al alza y Mañueco relajado son el anticristo para el 'Komando Carnero'. El medio alcalde-medio senador de Valladolid sigue sin encontrar su sitio en la política regional. Y se le nota. Hay que remontarse a mediados del siglo pasado para ver unas agendas de alcalde y de ediles de gobierno tan escasas de contenido. A este paso, a algunos concejales del PP vallisoletano van a tener que ponerles un portátil en alguna de las terrazas en torno al Mercado del Val en las que tanto se dejan ver este perpetuo veranillo de San Miguel. Si creen en el PP que el 'Que te vote Puigdemont' con el que atacarán en toda España a Sánchez y al PSOE les bastará antes sus votantes...No recuperados los populares del susto de Puente portavoz ante Feijóo, en alguna tertulia socialista ya hacen chanzas imaginando a Puente de ministro de Cultura en la Gala de los Goya de Valladolid de febrero próximo y sentado entre Mañueco y Carnero. Ufff.