Con Gallardo, pero sin Feijóo

¡Vaya negocio que ha hecho Conrado Íscar! En su trimestre más horroroso desde que accedió a la Presidencia del partido en Valladolid, de la mano de Teodoro García Egea (¡Uff! Parece que habla uno de las guerras púnicas, como le gustaba decir a Juan José Lucas cuando se refería al pasado), el por ahora presidente provincial ha mencionado la bicha. Porque claro, resulta que para ir a Galicia desde Madrid Feijóo esquiva Castilla y León, en general, y muy particularmente Valladolid. Todo con tal de que no le salpique que Vox es socio-muy socio del PP en la Juntas de Castilla y León, bajo la Presidencia de un Alfonso Fernández Mañueco que es chuleado una semana sí y otra también por el presidente bis de la Junta, Juan García-Gallardo, jefe de filas de los de Santiago Abascal en estas tierras.

Hay que ver cuándo y cómo viene Feijóo a la capital del Pisuerga. Si dentro del PP de Valladolid la palabra de su todavía presidente provincial es menos que papel mojado, fuera cotiza más a la baja que el kilo de arenques en el desierto del Sahara. No implica eso que Feijóo no vaya a venir a Valladolid a hacer campaña por Jesús Julio Carnero y su candidatura pero, claro, la manera en la que lo haga y lo aislado que le mantengan de la prensa para que no le pregunten por Vox serán la clave de esa visita electoral. Y eso que la Alcaldía de Valladolid es muy estratégica para el PP que, si no, lo mismo no pisaba por aquí nunca el líder gallego.

De momento, lo único que ha tenido como apoyo nacional (¿?) Carnero es un quinta fila orgánico en el partido como el alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida. Y para fotografiarse con alguien de fuera de la región ha tenido que ir a Segovia a hacerse la foto... ¡otra vez con Almeida! Peor no le pueden tratar a Carnero los suyos de la madrileña calle Génova. ¡Con el sacrificio que está haciendo él aceptando ser candidato del PP a la Alcaldía de Valladolid! Él, que no quería ni atado, ahí está, en el potro de tortura del cartel electoral vallisoletano y recibiendo la indiferencia de la dirección nacional popular. Por mucho que lo traten de ocultar, esa falta de visitas de líderes nacionales del PP a la capital vallisoletana para apoyar a JJ Carnero demuestra que, por este orden, Mañueco, Carnero, Conrado Íscar y Mercedes Cantalapiedra (la dirigente que mejor se hace la egipcia en España, después de Yolanda Díaz, por cómo se pone de perfil en todas las crisis internas del PP) pintan en la dirección nacional popular que dirige Feijóo lo que Messi en el Vaticano. Y eso que el Papa Francisco es argentino.

¿A alguien le extraña que el PP de Valladolid no tenga ningún predicamento entre los suyos de Madrid? Vamos a repasar a los cuatro mencionados antes. Si aun siendo todavía presidente del PP de Valladolid Conrado Íscar ha sido incapaz de meterse en la lista de la capital, lo que le ha obligado a refugiarse en la de su pueblo, ¿va a tener fuerza como para que el presidente nacional de su partido venga al territorio en el que Vox torea cada semana al Partido Popular desde el interior del Gobierno de coalición?

Si Mañueco ha sido el que ha abierto la puerta a Vox en un gobierno autonómico en España, ¿va a querer acompañarle por la calle Feijóo en la capital vallisoletana?

Si Carnero ha ido a rastras al cartel electoral del PP y si demuestra que al no renunciar a la Consejería de la Presidencia no las tiene todas consigo respecto a que vaya a ser alcalde (solo un convencido de la victoria aplastante no iría a las elecciones con el colchón de ser miembro de la Junta), ¿va a venir Feijóo a decir que es el candidato más idóneo para la capital del Pisuerga?

Y si de la número dos de la candidatura vallisoletana dijo su anterior jefe municipal, Javier León de la Riva, que no sería el cartel 2023 porque se ha acostumbrado a ser senadora y en el Senado no se trabaja (sic) y en un ayuntamiento sí, ¿va a venir Feijóo a decir que la número dos de la lista de JJ Carnero va a trabajar sin horario por el bienestar de los habitantes de Valladolid?

De momento lo único que tienen el PP de Valladolid y el de Castilla y León es ausencia de su líder y omnipresencia de Gallardo. Y eso que el PP sólo gobierna una capital de las 9.