Mañueco y Ayuso, sonrientes el pasado jueves en el Senado. J. LÁZARO-ICAL

Echando cuentas del desgaste

Si un día es un mundo en política, hasta el 27 de noviembre, tope para que haya que repetir las elecciones generales, falta un universo. Pero las calculadoras electorales ya echan humo

J. I. Foces

Valladolid

Domingo, 22 de octubre 2023, 00:25

Lo peor para el ánimo de un cargo público socialista que esté esperando la formación de Gobierno en España se ha dado esta semana. Se ... han juntado dos hechos: el primero, que quienes tienen la sartén por el mango, es decir, los independentistas catalanes, aparecen anclados a sus exigencias para aparentar que no transigirán; y, por otro, que ha llegado el otoño, ha dejado de lucir el sol y hace un airón que 'pa' qué', y todo eso deprime... Total, que los acólitos de Pedro Sánchez están con la depre. Incluido Óscar Puente, que parece haberse deshinchado después de la enérgica réplica de hace una semanas a Alberto Núñez Feijóo. Pero como han ordenado mutis desde La Moncloa, chitón. Sin embargo, no por eso deja de seguir funcionando la política en Castilla y León aunque, eso sí, a algunos en estas tierras el árbol de la investidura nacional no les está dejando ver el resto del bosque. Y así les va a ir, claro.

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Olvidan que un día en política es interminable y no tienen en cuenta que si hasta el 27 de octubre (próximo viernes) falta un mundo, hasta el 27 de noviembre, un universo. Ese día, para más señas es la festividad del beato mallorquín Ramón Llull, uno de los primeros escritores en utilizar el catalán (¡el catalán!) para expresar conocimientos científicos y filosóficos e inventor del nocturlabio. Este aparato, en una descripción de urgencia, permite determinar el tiempo en función de una estrella en el sentido nocturno. El santoral recuerda Llull el 27 de noviembre, fecha tope para que haya investidura y no se repitan las generales el 14 de enero. No consta que los negociadores hayan empezado a encomendarse al BeatoRamón Llull... aun.

Pero volvamos a territorio castellano y leonés. Como los socialistas de aquí ya están en modo 'Post Tudanca', empezando por su propio secretario regional, que no líder, quien cuenta las horas para que un pacto de investidura le permita salir a un puesto fuera de Castilla y León en el que seguir viviendo de la política (recuerden que cuando el PSOE tuvo que quitarse de encima al leonés Ángel Villalba le hicieron presidente de los Ferrocarriles de Vía Estrecha), no están escrutando los movimientos de Alfonso Fernández Mañueco, que posiblemente atraviese una de las etapas más felices de su vida política como máxima referencia (y única, la verdad) del PP de Castilla y León.

Viendo el panorama nacional, está claro que Mañueco tiene la cabeza puesta en las próximas elecciones autonómicas, que correspondería celebrar en febrero de 2026. Difícil que agote la legislatura. Hay varios indicios para ratificar que aunque sea un adelanto técnico, en las cábalas del presidente de la Junta hay una carpeta que pone 'Nuevo adelanto electoral'. Primer indicio, votar en 2026 en Castilla y León, de nuevo solos, sin ninguna otra elección en España, conllevaría el mismo grave riesgo para los populares: que todos los focos mediáticos se centren en esta comunidad autónoma. Y con lo mal que lo pasaron Mañueco y el PP hace dos años siendo escrutados esa campaña por todos los medios de comunicación nacionales y todos los gabinetes demoscópicos, ni pinta de ganas de repetir tienen.

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El vicepresidente d ela Junta, Juan García-Gallardo, escoltado enun acto público por los consejeros de Agricultura, Gerardo Dueñas, y de Cultura, Gonzalo Santonja. LETICIA PÉREZ-ICAL

El segundo, que mientras otras comunidades autónomas donde, como aquí, el PP está en minoría, tienen ya un proyecto de Presupuestos para 2024, el Gobierno de Mañueco (entiéndase, la parte del PP en la Junta) ha hecho saber por medio de quien elabora esas cuentas, Carlos Fernández Carriedo, que es muy posible que aquí se prorroguen los las de 2023 por culpa, dicen, de que la interinidad nacional impide saber qué partidas estatales exactas van a poder incorporarse a las de 2024. La culpa, del sanchismo. ¿Se cree alguien esto, cuando a otras comunidades con proyecto presupuestario ya redactado no les ha afectado esa interinidad nacional? Pues no se lo cree nadie. Redactar en Castilla y León un presupuesto regional y no prorrogar el actual conllevaría reabrir la negociación con Vox en materias que impondría Santiago Abascal a su cuarteto en la Junta: Juan García-Gallardo, venido a menos desde que perdió en julio 5 de sus 6 diputados, y los tres consejeros con cartera a los que es imposible seguir la agenda pública (¿la tienen?), 'Cazacomunistas' Veganzones, Dueñas y Santonja, quienes solo salen a la calle si hay pleno en las Cortes o si tienen que escoltar a su 'vicenada' en alguna aparición estelar. Reabrir esa negociación en temas complicados para el Presupuesto implicaría darle a Vox un protagonismo que ha perdido.

Y tercer indicio: Mañueco ya está trasladando a votos y escaños para el PP en las Cortes regionales el desgaste socialista por la amnistía. ¿Y si hubiera que repetir las generales en enero? Hay que esperar a ver si surte efecto la rogativa al Beato Llull de los negociadores de la investidura.

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