Inteligencia
Las máquinas deberían cotizar a la Seguridad Social para dar un respiro a las pensiones
Máquinas con las capacidades de los seres humanos, como en la casa de hace cincuenta años de los americanos en 'Las que tienen que servir'. ... Todo un trance adivinatorio, como el de los chamanes-guionistas de 'Los Simpson', que tan pronto te aciertan un presidente de Estados Unidos como un avance tecnológico, aunque en esto último se les anticiparon en la muy española película de los 60.
Esa inteligencia artificial ha salido hace tiempo de la ficción de las pantallas para codearse y competir con nosotros en el mundo real, en el laboral. Proclaman expertos que las máquinas deberían cotizar a la Seguridad Social para dar un respiro a las pensiones. Si lo llevan a cabo que lo hagan afinado, que de lo contrario ya imagino una plataforma en defensa del bienestar de los robots, a la que Europa otorgará la razón cuando reclamen derechos, por alguna normativa que a día de hoy se nos escapa.
Sin amparo social todavía, las máquinas instruidas ya se paren en Segovia. Un centro que persigue que seamos un «ecosistema tecnológico y de innovación» está en pleno casco histórico, en el meollo turístico y en un viejo palacio, que ya quisieran los robots haber construido.
Lugar bello, pero aún lo es más que la previsión sea la de crear 75 puestos de trabajo en siete años. Pero empleos para humanos; y eso que tenemos nuestras manías de pedir un salario digno, unas condiciones laborales adecuadas y hasta vacaciones, que eso sí es inteligencia y no la artificial.
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