Fuerza y humildad ante el Covid-19

Antes de la aparición del Covid-19 en España la realidad en la que nos movíamos era de una desaceleración generalizada de la economía mundial y, en particular, de la economía castellanoleonesa. Además, cabe añadir que existían otras variables económicas que acentuaban la desaceleración económica de la región, como son la disminución del consumo de los hogares y de la demanda de la vivienda, la estabilidad de la inversión de las empresas, y sobre todo, unos vaivenes desconcertantes de las exportaciones con tendencia a la disminución.

Con el impacto de la pandemia en nuestro país, y por tanto en Castilla y León, se han trastocado todas las previsiones económicas que ahora pasan a depender de la evolución del virus, lo que ha generado mucha incertidumbre. Es por ello, que se han tenido que revisar todas las predicciones realizadas, hasta el momento, en relación con la evolución de la economía castellanoleonesa. A este respecto, los datos del último Observatorio Económico del Colegio de Economistas de Valladolid (ECOVA) nos muestran que la previsión de crecimiento para 2020 de Castilla y León era del 1,6% del PIB; sin embargo, hace unas semanas, coincidiendo con el inicio del Covid-19 en España, se pronosticó una disminución de dos décimas de la economía castellanoleonesa hasta situarse en el 1,4% del PIB. Sin embargo, este pronóstico cambió la semana pasada a la vista de la evolución de la pandemia, con la previsión de una disminución del crecimiento de cinco décimas hasta situarse en 0,9% del PIB.

No obstante, de continuar así los acontecimientos y teniendo en cuenta la prolongación en el tiempo del estado de alarma, así como la evolución del coronavirus en el resto del mundo, la previsión de crecimiento se reduciría aún más llegando incluso a la recesión de la economía castellanoleonesa.

Ahora bien, hay que tener una visión con altas dosis de optimismo puesto que una vez superada la crisis sanitaria que nos azota se volvería de una forma lenta y gradual a la senda del crecimiento de la economía según se fuera controlando la pandemia en Europa y en el resto del mundo. Sin embargo, tenemos que tener claro que el nuevo crecimiento de la economía estaría en niveles más próximos al 0% que al 1% del PIB.

Desde el punto de vista económico es necesario establecer medidas que permitan contener los efectos y consecuencias del Covid-19. Para ello, es de suma importancia que la Unión Europea tome la delantera en esta situación y establezca medidas y políticas en coordinación con los Gobiernos de los Estados miembros.

A este respecto, en días pasados el Banco Central Europeo nos sorprendió con un plan de compra de 750.000 millones de euros para evitar que el impacto del virus fragmentase la eurozona, a lo que añadió otras acciones como el rescate del sector financiero ante un incremento de impagos o suspensión temporal de la aplicación del Pacto de Estabilidad y Crecimiento y del conjunto de normas fiscales comunitarias, abriendo así la puerta a que los gobiernos nacionales puedan elevar su gasto público todo lo necesario para contrarrestar las consecuencias económicas. Por lo tanto, aunque con algo de retraso, la UE ya empieza a poner orden en el mercado y en los estados miembros.

A nivel nacional, es imprescindible seguir creando medidas fiscales y económicas de carácter temporal, de ingreso y de gasto, que transmitan tranquilidad al empresario y a la población. Ahora bien, estas medidas deberán de ser inmediatas y efectivas para contrarrestar el parón de la actividad económica del país, siendo a la vez coordinadas con las comunidades autónomas pero sobre todo con la Unión Europea al objeto de crear un frente común que logre detener el tsunami económico y social en el que estamos inmersos.

Así mismo, al objeto de lograr frenar las consecuencias económicas del impacto del virus es necesario e imprescindible proporcionar tranquilidad a los mercados, impulsar a las personas con préstamos y ayudar a mantener la confianza siendo del todo determinante inyectar liquidez inmediata al sistema económico. Lo cual nos lleva a entender que también es primordial que los mercados bursátiles permanezcan cerrados a nivel mundial hasta que la pandemia sea controlada o bien disminuya. La CNMV debe utilizar todas las herramientas que la legislación permita si se considera necesario, aunque toda acción que se haga debe ser al unísono a nivel europeo y mundial para garantizar la estabilidad financiera y bursátil.

A nivel empresarial conviene recurrir a un plan de contingencia y previsión de riesgos, y desde el plano laboral conviene tomar medidas contundentes de flexibilidad en el empleo apoyado por las medidas que ha creado el gobierno al respecto.

A pesar de todo, es de suma importancia en estos momentos ver la realidad, pero también ver la luz al final del camino. Con toda la seguridad el Covid-19 se podrá contener y erradicar pronto lográndose que toda la producción y actividad comercial perdida se recupere en los trimestres siguientes, compensando así el parón de la primera mitad del año, siendo determinante el posicionamiento de los Gobiernos y de la sociedad en general.

Estoy convencido de que saldremos de esta crisis reforzados en todos los sentidos, sobre todo en lo social. El ser humano tiene una capacidad enorme para anteponerse a cualquier situación y demostrar su resistencia. Ahora más que nunca necesitamos ser fuertes, a la vez que humildes, y estar unidos ante el enemigo común del coronavirus. Cada día que pasa estamos más cerca de pararlo y erradicarlo de nuestra sociedad. ¡Ánimo. Todos juntos lo lograremos!