Felices años 20
Los puristas dirán que la nueva década no comienza hasta el 2021. Pero no me quitan la ilusión: felices años 20
Felices años 20, te dicen en este previo del nuevo año, ese momento en el aspiramos a ser más guapos y esbeltos, ir al gimnasio ... o empatizar con quien no tiene pase alguno. Nunca he prometido, y menos me he comprometido, a algo así; tampoco conozco a alguien que lo haya hecho; o no me consta.
Pese a no entrar en esa tremolina de las promesas puedo percibir que esto tiene buena pinta; que los felices años 20 suena a tributo a quienes hace un siglo se pusieron el charlestón por montera y no soportaron a los cautelosos.
«Mamá cómprame unas botas, que estas están rotas de tanto bailar», entonaban con alegría para pasar a pedir «madre cómprame un negro en el bazar, que baile charleston...». Buf, ahora hubieran detenido al niño o niña por pedir esas cosas; a la madre por maltratar al hijo o hija y no comprar lo que le sale de las narices y hasta a la marca de botas, como responsable civil subsidiario. Tampoco hoy el cuplé sería cuplé, sino canciones bobaliconas acordes a la nueva religión laica.
Pero quiero seguir en el pensamiento de que los años 20 que vienen nos darán un respiro en este mundo encorsetado y se parecerán a aquellos: locos y felices. A mí me pilla ya un poco lejos de confesarme y darme la absolución. La edad no perdona y aún menos los puristas, que dirán que la nueva década no empieza hasta el 2021. No me quitarán la ilusión y ya me marcaré un charlestón lo más transgresor posible. Es mi promesa para el nuevo año y, si nos dejan, nueva década.
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