Juan García-Gallardo y Mariano Veganzones, en la central nuclear de Garoña en septiembre.

¡No entretengan a García-Gallardo!

LA ESPITA ·

Mañueco y el PP tienen problemas para ocultar sus problemas (crisis interna en León, recrisis interna en Salamanca...) cuando sus socios de Vox no lanzan sus arengas anticomunistas

J. I. Foces

Valladolid

Domingo, 11 de diciembre 2022, 00:19

Si no hay tuits explosivos o declaraciones salidas de tono de los del gobierno de Vox en la Junta de Castilla y León, Alfonso Fernández ... Mañueco y los suyos del gobierno del PP en la Junta (con Jesús Julio Carnero como aspirante a mano derecha plenipotenciaria del presidente a la cabeza) tienen muy serias dificultades para tapar sus vergüenzas. Los populares son felices cada vez que hay una salida de tono por parte de los de Vox. Que el vicepresidente Juan García-Gallardo o 'cazacomunistas' Veganzones lanzan uno de sus histriónicos mensajes, los del PP a ponerse de perfil y a decir que reclamen explicaciones al maestro armero, que ellos son el PP y los otros son Vox. No vea el lector en esta frase ninguna influencia de los prescindibles comentarios deportivos de Mariano Rajoy este Mundial: Alemania es Alemania, Japón es Japón... En Castilla y León, para el PP, Vox es Vox en la Junta y ellos son ellos.

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Pero, claro, si no hay una diatriba de los de Santiago Abascal que distraiga, te dimite el presidente del PP de Salamanca, Javier Iglesias, imputado junto a la gerente del partido y al propio partido, por las primarias regionales de 2017 y los focos se te quedan todos fijados en esa crisis interna en la única provincia cuya capital tiene en Castilla y León alcalde del PP, Carlos García Carbayo, al que le han cargado con la responsabilidad de que el barco electoral popular no zozobre en plena tormenta judicial.

Claro, si no hay diatriba de los de Vox que distraiga, te dimite Javier Santiago Vélez como presidente del PP de León, porque en un par de meses se debía celebrar el juicio por presuntas irregularidades en el congreso en el que fue elegido, y los focos se te ponen en en esa crisis. El relevo-exprés en esa presidencia (Conrado Íscar, toma nota) ha agrandado la dimensión política de Esther Muñoz, hasta ahora 'solo' delegada de la Junta en León, cargo asimilable a un virreinato. Ya no es una delegada territorial más. Ya está por encima de sus ocho homólogos. Si lo sabía bien (¡y lo aplicaba!) la fallecida Isabel Carrasco. Hay que seguir la carrera de Muñoz. Las zancadillas que le pueden colocar desde la consejería del plenipotenciario Carnero... O las que le pongan desde las de Familia y Educación. Hasta ahora, sus titulares, Isabel Blanco y Rocío Lucas, respectivamente, competían entre sí por ver quién hacía más la pelota a Mañueco. Ahora el presidente les ha colocado una cuña de la misma madera en León. Un delegada territorial que a la vez hace candidaturas es mucho en este PP.

Esther Muñoz y Alfonso Fernández Mañueco, el lunes 5 en la sede regional del PP. LETICIA PÉREZ-ICAL

Pero volvamos al terreno del día a día de los populares en la Junta. Si no hay diatriba de los de Vox que distraiga, resulta que Mañueco convoca el comité ejecutivo regional y se nota que lo hace entre domingo y festivo y con un resultado tan magro en los mensajes que lo que llega es que está pidiendo a los de Ciudadanos que se pasen ya al PP. Como que tú solo no garantizas victorias municipales. Ahí se incardinan las dos preguntas clave de cara a las locales del 28 de mayo en Valladolid: ¿Quién se hará con los tres escaños que ahora ocupan los que queda de Ciudadanos? y ¿Se va a llevar el PP esos tres escaños en el Ayuntamiento de Valladolid o uno irá al PSOE? De ahí que ahora mismo cobre fuerza la estrategia popular de salir a ver si se encuentra con esa Alcaldía en lugar de salir a ganarla. De eso están intentando convencer a Mañueco: que vea lo que pasó en Madrid hace 4 años cuando nadie daba un duro por Martínez Almeida y a base de carambolas electorales ahí le tienen con el bastón de mando; o el caso de Medina del Campo, con Guzmán Gómez, apuesta del plenipotenciario Carnero que, a base de carambolas en las urnas, acabó de regidor y hoy es su más que firme aspirante a seguir en dicha Alcaldía y a la Presidencia de la Diputación vallisoletana.

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Como será la necesidad que tienen algunos de las diatribas de los de Vox que hasta el secretario regional del PSOE, que no líder, Luis Tudanca, tiene que salir a hablar de la humillante reforma del delito de malversación que prepara Pedro Sánchez para que le sigan apoyando los independentistas catalanes. Con lo a gusto que están Tudanca y su troupe de las Cortes, de a casi 100.000 euros al año, criticando las diatribas del 'vice' y de 'cazacomunistas' Venganzones...

En el PP se implora a los dioses de la política para que, por favor, no entretenga nadie al vicepresidente de la Junta y sigan los mensajes altisonantes de Vox. Mientras se habla de ello, no se repara en las sucesivas crisis internas del PP o en la inacción del PSOE regional. Ni de que dentro de solo 12 días, 12, Mañueco tendrá nuevos Presupuestos de la Comunidad para 2023 que, con la conveniente prórroga, si fuera necesaria, le dejarán manos libres para dos años. Así que en el PP, a seguir implorando que nadie distraiga a García-Gallardo.

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