Macron encona el bloqueo político

Desde la segunda vuelta de las legislativas, el 7 de julio, Francia permanece empantanada en un bloqueo político que su presidente parece empeñado en enconar. Los comicios depararon un Parlamento en el que ningún grupo se acerca siquiera a la mayoría absoluta. Y Emmanuel Macron, en nombre de la «estabilidad institucional», dice perseguir una «mayoría sólida» por el curioso procedimiento de desairar al Nuevo Frente Popular, que obtuvo la mayor representación en la Asamblea Nacional. Y de tratar de dividir a una coalición de izquierda fraguada para cerrar el paso a Marine Le Pen y que ha aceptado dejar fuera de un hipotético ejecutivo a La Francia Insumisa. Según el mandatario, solo un gobierno del macronismo y la derecha tradicional, con los progresistas de comparsas, podría eludir una moción de censura con un programa basado en las recetas que han sumido al país en una grave crisis que ya le ha valido un expediente de Bruselas. Si a la actuación presidencial de parte se suman la imposibilidad de volver a las urnas en un año y la manifestación convocada por Mélenchon en la semana en que los estudiantes vuelven a clase, la tensión tomaría ya cuerpo en las calles.