Sin fuero parael fraude de ley
Que el PSOE haya avalado el movimiento de su barón erosiona severamente la apuesta, hoy en barbecho, del Gobierno de procurar una reforma que acote unos aforamientos ya desmedidos
La contundente resolución del Tribunal Superior de Extremadura por la que rechaza el aforamiento exprés del líder del PSOE en la comunidad, Miguel Ángel Gallardo, y deja en la jueza instructora la finalización de la causa abierta al hermano del presidente Sánchez frena una maniobra que incurría, a todas luces, en el fraude de ley demostrado ahora por los magistrados.
En pocas ocasiones se ha podido constatar de un manera tan descarada y burda la tentativa, por un interés personal sin justificación, de prevalerse del legítimo privilegio que prevé la Constitución para preservar a los cargos que disponen de fuero de actuaciones judiciales potencialmente arbitrarias. Porque lo que ha pretendido Gallardo, como desnuda el TSJ extremeño, no es proteger la integridad de un representante de la voluntad popular, sino tratar de utilizar el cargo con el que se ha hecho de manera sobrevenida –el de parlamentario autonómico– para ser juzgado por un órgano superior; lo que hubiera arrastrado previsiblemente a David Sánchez y el resto de procesados. Que el PSOE haya avalado el movimiento de su barón erosiona severamente la apuesta, hoy en barbecho, del Gobierno de procurar una reforma que acote unos aforamientos ya desmedidos.
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