Desesperada ayuda a Gaza
La ONU ha conseguido movilizar por fin una operación humanitaria
La amenaza de hambruna para 2,2 millones de civiles, sobre la que viene alertando de manera persistente la ONU, ha conseguido movilizar por fin una operación humanitaria para Gaza. La Unión Europea, Reino Unido, Emiratos y Estados Unidos colaboran en el corredor marítimo entre Chipre y un embarcadero provisional que los estadounidenses han habilitado en territorio palestino. Casi bloqueada la asistencia por tierra por la obstinación y los ataques israelíes, y en marcha entregas aéreas de suministros muy costosas de llevar a cabo y no siempre eficaces, el traslado por mar de la cooperación más básica tiene que contribuir a evitar que un colectivo que ya ha perdido a más de 30.000 personas en cinco meses sucumba a la realidad insoportable del hambre. Y el Gobierno de Tel Aviv debe convertir su insistencia en el «control de seguridad» de los envíos en colaboración para hacerlos viables. Este recurso desesperado desnuda la incapacidad de los países promotores –en particular, de EE UU– para presionar a Israel y a Hamás en favor de un alto el fuego inmediato, en puertas de Ramadán, y duradero que permita trabajar en una solución política para Oriente Próximo.