Sin cultura de coalición
LA ESPITA ·
«Ni cien días. Los más agoreros no dan ni un día sin problemas al futuro Gobierno de Castilla y León que presidirá Mañueco (PP), con Igea (Ciudadanos) como vicepresidente. Hay nervios por que Ciudadanos vaya a abrir cajones y archivadores. El Hospital de Burgos... ¡Ay, el Hospital de Burgos!»La semana entrante quedará investido presidente de Castilla yLeón Alfonso Fernández Mañueco. Dieciocho años después de su llegada a la Consejería de Presidencia en el ... primer gobierno regional de Juan Vicente Herrera, el dirigente salmantino tomará posesión la próxima semana y empezará a ejercer. Mañueco, séptimo presidente de Castilla yLeón. «La paciencia todo lo alcanza», dijo hace unos días el nuevo presidente, parafraseando a Santa Teresa. Es un lema excelente para resumir la trayectoria política y vital del presidente salmantino. Incluso para su nuevo periodo político. Pero no solo. Aunque prefiere parafrasear a Winston Churchill, quien será su vicepresidente en el Gobierno regional de coalición que nacerá la semana entrante, Francisco Igea, también está tocado por la cualidad que tanto ensalzó la doctora abulense de la Iglesia. Baste con mirar, sin ir más lejos, que se haya pedido la Consejería de Sanidad para Ciudadanos. Unos no lo han entendido; tildan de 'marrón' semejante decisión. Otros, incluso en una muestra de casi desprecio al dirigente de Ciudadanos, dan a entender que poco menos que se lo ha 'colocado' el propio PP. Craso error pensar eso, pero no deja de ser un síntoma de los muchos que se ven y escuchan estas semanas ante lo que llega, un Gobierno regional de coalición, y de lo que cada hora que pasa se confirma más: la sociedad castellana y leonesa no está preparada para un Gobierno de coalición.
No debe extrañar, después de 36 años de autonomía con solo dos de un gobierno de coalición, entre 1989 y 1991. Pero sí sorprende la impaciencia con la que ha sido recibido el acuerdo PP-Ciudadanos para la Junta de Castilla y León. Ni cien días. Qué ni cien días, ¡ni diez! Qué ni diez, ¡ni un día! le han dado de margen al futuro Gobierno los más agoreros de esta comunidad. Y algunos de los menos agoreros, también. Caña al Gobierno de coalición, con especial ensañamiento en Igea y los de Ciudadanos. Por tierra, mar y aire.
Guste o no, esa forma de actuar de algunos, especialmente de los clásicos enviados para que asusten desde tribunas mediáticas, políticas o sociales, denota el nerviosismo de algunos dirigentes públicos (políticos y sindicales) y de determinados empresarios. ¿Por qué nervios? Pues porque Ciudadanos va a acceder a archivadores, cajones y carpetas. Por primera vez en 32 años va a haber cargos públicos de un partido que no es el PP accediendo a expedientes de gestión sin tener que andar solicitándolos parlamentariamente. Simplemente, podrán abrir cajones. ¿Cuáles serán los primeros? Los de la Consejería de Sanidad y el Sacyl vinculados al Hospital de Burgos. Si Ciudadanos ha llevado a la Fiscalía este macroproyecto público-privado sanitario del PP, ideado, gestado, nacido y ejecutado por gobiernos del PP presididos por Herrera, no debe extrañar que dicha formación haya pedido la Consejería de Sanidad. En eso de Igea y los suyos podemos tener la garantía de que van a ser implacables. Y ¡ay del que haya utilizado estas últimas semanas las trituradoras de papel en Sanidad!
Además, no les será muy difícil mejorar la gestión del consejero Antonio Sáez Aguado y su grupo de dirigentes sanitarios: a poco que los de Ciudadanos convoquen en tiempo, forma y ajustados a la legislación las oposiciones que tan lamentablemente desorganizaron los del PP; a poco que reduzcan las listas de espera, y a poco que apliquen menos arrogancia y más sencillez en las formas, muy mal se les tiene que dar a Igea y a los suyos no mejorar la gestión. Una venganza muy dulce...
Claro que, cabe pensar que si Ciudadanos abre muchos cajones y encuentra carpetas comprometedoras, a sus socios de Gobierno del PP les puede poner en un brete. Pues anote el lector la respuesta que más escucharemos en boca de Mañueco cuando aludan a la gestión pasada de consejeros del PP: que pregunten a quien les nombró, que él no fue. No está desencaminada esta afirmación a tenor de cómo respondió el propio Mañueco cuando por la Perla Negra y el Polígono de Portillo fueron investigados altos cargos del PP en la Junta, algunos de los cuales están imputados: no ocupaban responsabilidades en el partido, se escuchó. Sí, es la famosa teoría de que cada palo aguante su vela: y Herrera, que abandona esta semana el banco azul de las Cortes y el despacho presidencial, y algunos de quienes han sido sus consejeros van a estar de vuelta a las páginas de la actualidad autonómica antes de lo que desearían y no precisamente para recibir elogios.
No, no hay cultura en esta comunidad autónoma de gobiernos de coalición. Se ha demostrado en las semanas que han seguido a las elecciones en las que se ha estado negociando el ejecutivo que nacerá la semana entrante. Incluso personalidades de prestigio se han adentrado en la memoria para recordar cómo acabó el partido minoritario, CDS, del único pacto de Gobierno que ha habido en la Junta. Pero olvidan que ni Ciudadanos es el CDS, ni el PP de ahora es aquella AP, ni Castilla yLeón se parece a la de hace 30 años y ni la Junta tiene las competencias que tenía.
No, no hay cultura de Gobierno de coalición. Y, ¿saben quiénes serán quienes más pedagogía van a hacer de las bondades del que nacerá esta semana? Efectivamente: Mañueco e Igea. El primero, porque no ha esperado tantos años como para que la primera experiencia presidencial se le vaya al traste pronto. El segundo, porque no ha preparado la que ha preparado –enfrentándose al mismísimo Albert Rivera, aunque haya acabado aceptando pactar con el PP– para que en cuatro días todo se le estropee. Habrá gobierno de coalición bastante tiempo. La paciencia todo lo alcanza.
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