Cuestión de dos

Que se desgaste Ciudadanos. ¡Qué políticamente rentable es para Alfonso Fernández Mañueco el papel que ha asumido Igea! Que el 'vice' se mete en el charco cenagoso de la ordenación territorial, el presidente recuerda que inaugura el curso de la rebaja de tasas universitarias. No pienses en un elefante, dijo un día el pensador George Lakoff a sus alumnos y fue imposible que éstos no se viesen rodeados de paquidermos. Con Igea enfangado en la (des)ordenación territorial, el PP sabe que se crean dos marcos ideológicos de forma automática: Que Igea sueña con suprimir ayuntamientos, Mañueco baja las tasas universitarias. Y ya puede el 'vice' explicarse en arameo, que ese marco mental no lo desmonta en la cabeza de nadie.

Que se desgaste Ciudadanos. Que Igea oculta el nombramiento a dedo de 14 asesores, Mañueco sale anunciando que pone en marcha el mecanismo de supresión del Impuesto de Sucesiones. Nuevo marco mental: el consejero de la cacareada Transparencia lo primero que hace es ocultar a la ciudadanía información y cuando le pillan, no sabe explicarse. Un error dice que fue no comunicarlo. Ya, y los niños vienen de París. ¿El consejero de la Transparencia no es transparente? Que se desgaste Ciudadanos.

De nuevo en tiempos de excitación electoral, con la posible convocatoria a las urnas en noviembre; con tambores de desaceleración económica en el horizonte alemán... Que se desgaste Ciudadanos. Si los malos augurios económicos se cumpliesen (y más vale que no) y repercutiesen en el desempleo, ¿de qué partido es el consejero que tendría que dar la cara ante un repunte del paro? Efectivamente, de Ciudadanos, el expopular Germán Barrios.

Ya veremos cómo evoluciona el debate territorial que tan exploxivamente ha activado Igea, pero si tiene daños colaterales para la Sanidad, ¿de qué partido es la consejera que tendría que salir a dar la cara? Efectivamente, de Ciudadanos, Verónica Casado.

Quien sí está sabiendo zafarse de nubes grises de tormenta futura es el consejero de Cultura y Turismo, Javier Ortega, mostrando una inteligente forma de actuar institucionalmente en su ámbito, que augura buenos presagios para los del partido de Albert Rivera por estas tierras.

Con todo esto, y sin ni haber cumplido cien días el nuevo Gobierno regional, el principal beneficiario en imagen es el presidente de la Junta. Alfonso Fernández Mañueco se estrena mañana en Madrid como presidente autonómico en la tribuna políticamente más influyente, la de Fórum Europa. Perfil presidencial, influencia política, altavoz nacional... Y que en Castilla y León se desgaste Ciudadanos.

La polarización en Mañueco de la referencia del centro derecha castellano y leonés hace mirar a la izquierda para encontrar su par socialista. Y no es el alicaído Luis Tudanca, quien no levanta cabeza, atenazado por ser el primer candidato socialista en ganar unas elecciones autonómicas en los últimos 32 años en esta comunidad y no llegar a acariciar el poder. Claro, el espacio que no ocupa un gas, lo ocupa otro. Física pura y dura. Al alicaído Tudanca le ha hecho ya toda la sombra posible el alcalde de Valladolid, Óscar Puente, como referencia en la política castellana y leonesa. No hay que confundir ser 'referencia en la política castellana y leonesa' con ser 'referencia regional'; esta tiene connotaciones de partido, de gestión de partido y, por tanto, de acción interna. La primera, no; la primera se constituye en función de la acción pública y en esta no hay duda de que el regidor de Valladolid está sabiendo hacer uso de la plataforma institucional que tiene ser el alcalde de la ciudad más poblada de Castilla y León, en su centro geográfico, político e institucional.

Pero esta polarización en Castilla y León de las referencias a izquierda y derecha en Puente y Mañueco, en Mañueco y Puente pone más de manifiesto el principal problema político que comparten ambos, cada uno en su esfera: sus organizaciones territoriales en Valladolid. La cercanía electoral y la conformación de la Junta no han hecho sino aletargar el problema del PP provincial; Mañueco ha cumplido ya su parte otorgándole categoría política de consejero (se llama en lenguaje popular patada hacia arriba) al presidente del partido, Jesús JulioCarnero, para que eso permita la incompatibilidad estatutaria y active el relevo en la presidencia provincial del partido. En el PSOE, también han aplicado la patada hacia arriba a su secretaria provincial, Teresa López, designándola senadora autonómica. La resolución de ambas crisis, que no por aplazadas están olvidadas, están siendo observadas con microscopio en el resto de las sedes provinciales. Si le tiembla la mano a las respectivas direcciones regionales, se agrandará el problema. Y ahí si que no habrá un Ciudadanos que se desgaste para que no lo hagan los dos dirigentes que polarizan la atención en la derecha y la izquierda castellanas y leonesas.

Quién les iba a decir a Mañueco ya Puente que iban a estar unidos en su destino político territorial, aunque solo fuese de esta manera. Y con unas generales a la vuelta de la esquina.