El botón de Chiquito
El escritor de éxito Santiago Lorenzo, que vive en una aldea segoviana, explica cómo crea libros con un chiste de Chiquito de la Calzada
Chiquito de la Calzada interpretaba en su jerga singular un chiste: iba por la calle y me encontré un botón; y dije: ya tengo para ... empezar a hacer un abrigo. Con este argumento se despachó en Segovia, Santiago Lorenzo, escritor de éxito que vive desde hace siete años en una aldea segoviana de una veintena de habitantes, para explicar cómo pone los títulos (el botón) a sus libros (el abrigo) y también cómo comienza a escribir.
El tipo se ha venido aquí en retirada de la gran ciudad, de sus vicios y de sus abrazos del oso. No voy a bares, cuenta, para que no creamos que la cita a Chiquito es fruto de un mal acodo en una barra; mientras, se ríe del establishment cultural al decir que aquellos que aseguran que leen de todo, o les gusta toda la música, es incierto y también se burla de ellos al elegir un chiste absurdo donde otros hubieran escogido una frase de libro de citas.
Puede y quiere, qué suerte, quedarse así, de divertido, con el personal. Con un par, en este mundo correcto. Y además en Segovia, en la España vacía, el término que acuñó Sergio del Molino de cuyo libro habló maravillas por no ser un tratado de las carencias rurales.
En una Segovia, sí, donde celebramos la llegada de Machado hace un siglo. Estuvo una docena de años, participó poco de la vida social, como Santiago con su decisión de huir de los bares y adoptar ese torpe aliño indumentario. El botón de Chiquito quizá le hubiera servido de amparo con este frío segoviano y más en la pensión de la calle Desamparados.
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