La aparición de un nuevo viajero

Sin embargo, en esta odisea tan dura, las agencias de viajes son las grandes olvidadas. La situación es crítica para el sector, el cual aporta el 12% del PIB al país, que es el más afectado por la crisis, y que ahora tendrá que hacer frente a los reembolsos sin haber recibido los propios de los proveedores. El dato es demoledor: las agencias perdieron 18.500 millones de euros en 2020 con una facturación de un 90% menos que en el 2019 y de las que el 88% han efectuado un ERTE total o parcial. Con estos datos, es de extrema necesidad ampliar la vigencia para la devolución del dinero.

Los trabajadores y agentes turísticos se han tenido que emplear a fondo desde el estallido de la pandemia. Cancelaciones, operaciones de regreso o los problemas con proveedores fueron el pan de cada día en los primeros meses, donde se vaticinaba que habría que emplear muchas horas y el premio sería escaso o nulo. Por eso, hay que valorar de forma sobresaliente la profesionalidad del sector en todas sus vertientes.

Ahora es momento de arrimar el hombro. La colaboración entre empresas público-privadas es determinante para que las agencias de viajes se puedan recuperar de este fatídico año en donde los fondos europeos y la confianza de los viajeros son determinantes. Sin duda, es imprescindible la creación de un fondo de reembolso estatal. La continuidad de autónomos, pymes y micropymes está en juego.

Para lograr la normalización, las agencias deberán de hacer cambios estructurales en donde la automatización de procesos, la atención online, la implantación omnicanal y la formación de nuevas tecnologías serán necesarias para que el sector resurja garantizando una mayor seguridad y confianza de los clientes tras la pandemia. Los jóvenes serán los 'premium' al ser los primeros que perderán el miedo comenzando a viajar en 2021. El cambio de mentalidad del ciudadano pospandemia ha hecho que surja un nuevo viajero, haciendo que el sector del viaje del futuro sea ya un presente con múltiples posibilidades de ocio que satisfagan la necesidad de seguir viviendo y disfrutando.

Por otra parte, se antoja vital que la vacunación siga acelerando los pasos, pues de otra forma no habrá posibilidad de que el sector pueda resurgir. Las pérdidas son más que evidentes, por lo que alcanzar la inmunidad de rebaño es fundamental para que el ciudadano recupere la seguridad de viajar y lo haga con todo tipo de garantías. La tarjeta de vacunación también será clave para poder controlar todo el tráfico de turistas que se darán cita en los próximos meses.