De Ánimas a Halloween

Uno de mis recuerdos más antiguos es el de mis abuelos llevándome un día de ánimas al antiguo cementerio de Palencia, hoy parque y jardín. Y la hucha que a la entrada, con forma de un hombre y una mujer entre llamas pedía una lismona:'Para las ánimas'. Aquella imágen de dos personas retorciéndose en el fuego me causó una impresión que me enseñó cómo siente esta parte del Concilio de Trento la religión católica y, por tanto, gran parte de la población con relación a la jornada de Difuntos.

El cambio acelerado por una televisión en la que el mundo estadounidense impone sus fórmulas culturales ha establecido Halloween como una nueva jornada festiva y hoy, si se celebra en las escuelas se extiende a la calle. La jornada festiva está incorporada a las costumbres de la España del siglo XXI con sus disfraces 'made in China' sin que se hayan perdido los buñuelos, o los huesos de santo, que ahora también venden los supermercados.

Una de las ventajas de España y por tanto de Palencia, es la facilidad para la inclusión de días festivos en el calendario, ya sea la fiesta del cordero musulmana o el año nuevo chino, muestra de un espíritu que valora, además del trabajo, el tiempo dedicado al ocio. Para mi, junto a aquel inquietante recuerdo de las dos caras de angustia abrasadas por las llamas del infieron, nace en estos días el de niños con su calabaza para recoger dulces. De Ánimas a a Halloween, ¡Menudo cambio!