Un mes de alivio en empleo
Editorial ·
Es imposible que España deje de duplicar la tasa media de paro europea si nuestro modelo productivo no experimenta una transformaciónEl comportamiento del empleo en octubre genera alivio frente a los pronósticos de recesión para este último trimestre del año y el primero de 2023. Con 27.027 desempleados menos y 103.499 cotizantes más, el mes pasado se convirtió en el contrapunto más oportuno de la desaceleración económica. La ralentización que experimentan los nuevos empleos es menor que la del PIB. La demostración de que hay corrientes de actividad capaces de atenuar las malas noticias. Octubre de 2022 ha roto positivamente con la inercia posterior al verano desde 2008. Siendo especialmente significativo después de que julio, agosto y septiembre parecieran preludiar el retraimiento de la economía también en nuestro país. Constatándose que España está en condiciones de mantener la afiliación a la Seguridad Social por encima de los 20 millones de trabajadores. Junto a ello, sigue corrigiéndose la prevalencia de la temporalidad a favor de la contratación indefinida.
Pero a partir de ahí los datos del empleo en España siguen siendo preocupantes. Eurostat situaba el paro de septiembre en el 12,7%, el doble de la media de la zona euro –6,6%–. Es imposible recortar tal diferencia, evitando que se perpetúe, mientras el modelo productivo español no experimente una verdadera transformación. El comportamiento del empleo en octubre sugiere que la economía de nuestro país sigue anclada en el anterior patrón de crecimiento. Mediante la prolongación del período estival en el turismo y la agricultura y, sobre todo, la incidencia de las contrataciones públicas que acompañan al inicio de curso. Tres crisis consecutivas –la financiera de 2008, la de la covid-19 y la generada por la guerra de Putin– han exigido y, al mismo tiempo, dificultado que el conjunto del tejido productivo español creciera en competitividad.
Durante casi quince años en los que todas las administraciones se han jactado, ejercicio tras ejercicio, de tramitar los Presupuestos más sociales respecto a los precedentes, se ha desestimado la naturaleza social de las inversiones públicas. Octubre fue un mes de alivio frente a las perspectivas de un declive económico ineludible. Pero podría convertirse en un mero espejismo si las administraciones españolas no se muestran eficientes en la gestión de los fondos europeos. Si las administraciones españolas no apuran las posibilidades de novación productiva que ofrecen los Presupuestos para 2023 todavía en trámite.