Monstruos contemporáneos
«Pensábamos que el bipartidismo era malo y resulta que este sistema poligonal de pactos, alianzas, chantajes y mejunjes está siendo incluso peor»
A pesar de que el clima de Valladolid no suele acompañar, muchos valientes salen disfrazados a la calle para celebrar Halloween. Cada año se incorporan ... personajes nuevos, pero hay algunos clásicos que perduran precisamente porque conectan con nuestros terrores más ancestrales: vampiros, zombis, fantasmas, licántropos… Me sorprende que nadie haya decidido sintetizar todas esas criaturas espeluznantes en una sola. ¿Quién nos chupa la sangre, va dando tumbos con el cerebro atrofiado, nos pone las cosas patas arriba y aúlla salvajemente cuando se junta en manada con otros congéneres? Lo han adivinado: los políticos.
Aunque los políticos que dan vergüenza ajena y parecen una broma constituyen un fenómeno mundial, yo creo que en España han proliferado de una manera alarmante. No entiendo cómo un gran país como el nuestro (yo he vivido en otros y puedo comparar) ha dejado que la talla de sus representantes públicos caiga a niveles cenagosos, tanto en lo intelectual como en lo ético. Ahí tenemos a Mazón, que el día de la DANA se comportó como un absoluto incompetente. Si no hubiera sido tan inútil, se habrían salvado muchas vidas; pero él se sigue aferrando al cargo con todas las ventosas de sus tentáculos, y nadie le cesa para no dar la razón a los adversarios, como si esto fuera una guerra.
Pensábamos que el bipartidismo era malo y resulta que este sistema poligonal de pactos, alianzas, chantajes y mejunjes está siendo incluso peor. En España no dimite nadie por muy profunda que sea la metedura de pata. Tuvimos un apagón que afectó a todo el país y cuya causa todavía no hemos aclarado. La máxima responsable de Red Eléctrica cobra más de medio millón de euros al año y su trabajo consiste básicamente en que esas cosas no sucedan. Algunos años antes, el director del Centro de Alertas y Emergencias Sanitarias afirmó en rueda de prensa que lo del coronavirus no era nada serio y que los casos se podrían contar con los dedos de una mano. Hubo 100.000 fallecidos.
Más recientemente, en Andalucía, los resultados de mamografías no notificados han provocado la muerte o mutilación de un número indeterminado de mujeres. ¿Descarrila un tren? Haber ido en bicicleta. ¿Bosques que arden por falta de prevención? Ya volverán a crecer.
Y, por supuesto, el que más miedo da de toda esta galería horripilante de engendros es Pedro Sánchez, que ha convertido la Moncloa en un castillo en los Cárpatos. Algunos le acusan de usar mucho el Falcon, pero yo sospecho que en realidad se ahorra un montón de vuelos haciéndolos él mismo, transformado en murciélago.
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