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Enrique Sardá Valls. M.º de Exteriores
El cónsul cesado por burlarse de Susana Díaz admite que su broma fue «desafortunada»

El cónsul cesado por burlarse de Susana Díaz admite que su broma fue «desafortunada»

Enrique Sardá Valls, pese a todo, se ha quejado de que no hay «libertad de expresión» ni «sentido del humor»

EUROPA PRESS

Madrid

Miércoles, 2 de agosto 2017, 12:46

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Enrique Sardá Valls, destituido como cónsul de España en Washington tras burlarse de Susana Díaz en Facebook, ha pedido perdón este miércoles por su broma admitiendo que fue "desafortunada" y "absurda", pero considerando que su cese es "desproporcionado" y quejándose de que en España ya no hay "libertad de expresión" ni "sentido del humor".

En una entrevista en Antena 3, Sardá ha admitido que había "molestado a muchísima gente" pero que su comentario se había "sacado de contexto"; además ha asegurado que su intención no era molestar sino "seguir la broma" del grupo al que pertenece en la citada red social, con su propio lenguaje: "Se usa exactamente este lenguaje y esta manera de escribir".

Luego ha recordado que, "como cónsul", ha atendido a los andaluces "con gran placer" e incluso ha confesado que se siente "muy ligado a Andalucía" debido a su labor diplomática. "Adoro Andalucía y visito Andalucía muy a menudo", ha destacado.

Una decisión «desproporcionada»

En todo caso, el diplomático catalán "no entiende el revuelo" y lo que para él ha sido un "linchamiento", y piensa que su "fulminante" cese es una medida "desproporcionada". "Las decisiones tomadas en caliente nunca son buenas", ha sostenido.

Sin embargo, ha aceptado la decisión del ministro de Asuntos Exteriores, Alfonso Dastis. "Estoy a las órdenes del ministro y si el ministro decide que me tengo que ir de aquí, acepto la decisión", ha declarado.

Sardá ha tachado de "absurdo" que "una persona" como él, con casi 40 años de servicio al Estado, tenga que dejar su cargo por un "comentario en una publicación absurdamente absurda". En ese sentido, ha reprochado al Ministerio las maneras en las que se lo han comunicado: "Fulminante, mediante una llamada telefónica, sin poder defenderme", ha apuntado.

Y se ha quejado de que en España "ya no existe libertad de expresión": "Se ha perdido por completo el sentido del humor -se ha lamentado-. España, que era un país alegre y chistoso ya no lo es nada. Nadie se puede permitir el menor desliz de nada".

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