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Florentino Villabona.
El nuevo número dos de la Policía: Nueve meses para poner orden en la cúpula

El nuevo número dos de la Policía: Nueve meses para poner orden en la cúpula

Florentino Villabona se jubilará a finales de 2017 tras casi cuarenta años en el cuerpo

EFE

Martes, 31 de enero 2017, 14:14

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El nuevo número dos de la Policía, Florentino Villabona, que hoy toma posesión como director Adjunto Operativo (DAO), tiene poco más de nueve meses por delante para ordenar y pacificar las tensiones generadas en la cúpula policial en los últimos años. Villabona se jubilará a finales de 2017 tras casi cuarenta años en el cuerpo y después de dirigir durante la última etapa la Comisaría de Seguridad Ciudadana, competente, entre otras cuestiones, sobre las unidades de intervención policial, los antidisturbios.

Él ha recibido el encargo del ministro del Interior, Juan Ignacio Zoido, de entre los candidatos que aspiraban al puesto que ejercía en funciones Antonio Rodríguez Marín tras la jubilación en julio de 2016 de Eugenio Pino.

Fuentes del cuerpo consultadas por Efe han destacado la profesionalidad acreditada por Villabona a lo largo de su carrera y han valorado la cercanía de su jubilación como un hecho positivo, pues si acomete el reto de la renovación de los mandos "no deberá nada a nadie". Porque entre las misiones de Villabona está la de acabar con una etapa en la que se ha hablado demasiado de enfrentamientos internos, de supuestos chantajes o de informes de dudosa procedencia y la de propiciar la entrada de aire fresco que demandan los profesionales del cuerpo.

"Un revulsivo", en palabras del Sindicato Unificado de Policía (SUP) o una "nueva línea", según la Confederación Española de Policía (CEP). Los sindicatos quieren que la Policía deje de aparecer en los medios por escándalos y lo haga por la profesionalidad y éxito de sus agentes.

Le encomiendan además que aborde los problemas de la jornada laboral en el cuerpo y la necesidad de aumentar las partidas presupuestarias para dotar de mejores medios a los agentes. Pero, sobre todo, que acabe con una dinámica que consideran muy perjudicial para el cuerpo, con expresiones como "policía política" o "policía patriótica" o con enfrentamientos directos que se han hecho públicos en la investigación del caso Nicolás entre el excomisario de Asuntos Internos, Marcelino Martín Blas, y el comisario ahora jubilado José Villarejo.

Llega al cargo en un momento en el que el director general de la Policía ha ordenado investigar unas grabaciones al comisario Enrique García Castaño -Jefe de la Unidad Central de Apoyo Operativo de la Policía- en las que habla de un posible chantaje que estarían haciendo el propio Villarejo y el antiguo DAO Eugenio Pino a la Corona y al CNI para eludir hipotéticas responsabilidades en el caso de Nicolás. También tiene que investigar la Policía qué ocurrió en la operación antiyihadista desarrollada en Madrid en Navidad y que se saldó con la detención de dos personas a quien posteriormente puso en libertad el juez al estimar que no había ningún dato en la investigación que avalase su radicalización.

Y, entre tanto, el juez de la Audiencia Nacional José de la Mata, instructor del caso Pujol, investiga el origen de un pendrive que la Policía ha aportado a la causa con información que sirvió a la UDEF para elaborar un informe incriminatorio sobre Jordi Pujol Ferrusola, hijo mayor del expresidente catalán. El juez intenta averiguar si el origen de los datos usados para ese informe es legal, ya que, de lo contrario, se podría producir la nulidad de parte del caso Pujol.

Esos son algunos de los retos que asume Villabona, que, si bien formó parte de la cúpula policial en los últimos años al mando de la Comisaría General de Seguridad Ciudadana, quedó al margen de las luchas internas y goza de buena imagen en el cuerpo. Pero, de momento, el PSOE ya ha recordado su pasado como asesor de confianza en el Ayuntamiento de Málaga con un alcalde del PP y ha preguntado si en su nombramiento "ha primado más lo profesional o lo ideológico".

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