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Inés Arrimadas, la más joven de los candidatos.
¿Rabell? ¿Baños? ¿Arri… qué?

¿Rabell? ¿Baños? ¿Arri… qué?

La mayoría de los candidatos acredita una trayectoria pública casi nula o limitada a círculos alternativos

Ramón Gorriarán

Sábado, 19 de septiembre 2015, 07:39

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¿Rabell? ¿Baños? ¿Arri qué? La mayoría de los catalanes, por no hablar del resto de España, tiene muy escaso conocimiento de los números uno de las listas para las elecciones del 27-S. Lluís Rabell, Antonio Baños o Inés Arrimadas encabezan las candidaturas de Catalunya sí que es Pot, la CUP y Ciudadanos, pero son unos perfectos desconocidos para la mayoría. No le van a la zaga Raül Romeva o Ramón Espadaler, referentes de Junts pel Sí y de Unió y apenas un poco más populares. Solo los socialistas han lanzado a su líder, Miquel Iceta, a la arena electoral, mientras que el PP ha recurrido a Xavier García Albiol, un controvertido y conocido personaje en la política catalana. El sondeo del CIS para las elecciones del 27-S señala que apenas tres de cada diez catalanes saben quién es la candidata de Ciudadanos, y aún menos aciertan a identificar a los números uno de la CUP y Catalunya sí que es Pot. Ni la mitad sabe quienes son los cabezas de lista de Junts pel Sí y de Unió, que limitan su notoriedad a su familia política.

Romeva, de 44 años, es un exeurodiputado de Iniciativa que el año pasado dejó el partido por su tibieza soberanista. Reapareció antes del verano en la cúspide de la lista de Junts pel Sí como solución para que no ocuparan ese lugar ni Artur Mas ni Oriol Junqueras, y para que ambos tampoco tuvieran que desgastarse en debates de campaña en los que su gestión habría sido el eje de la discusión. Es una cara para tapar la de otros, aunque ha mostrado ambiciones para las que no estaba llamado.

Arrimadas (34 años)

Se afilió en 2011 a Ciudadanos -"un partido de gente normal", dice- tras escuchar un discurso de Albert Rivera. Al año siguiente era diputada en el Parlamento de Cataluña y tres años después portavoz. Andaluza de Jerez de la Frontera, se ha fogueado como tertuliana en varios medios con una trayectoria política fulgurante, pese a su inexperiencia. Encabeza la lista naranja tras el paso al costado de Rivera para ser candidato a la Moncloa en las generales, aunque tutela de cerca todos los pasos de su pupila.

Rabell (60 años)

Es un líder de las asociaciones de vecinos de Barcelona y exmilitante de Izquierda Unida. Muy conocido en los círculos de activistas municipales de la capital catalana, es un desconocido fuera de ellas. Su trayectoria política institucional es nula, pero su nombre surgió ante la imposibilidad de que Podemos, Iniciativa e IU se pusieran de acuerdo con un alguien que fuera el remedo autonómico de Ada Colau. Y ahí se quedó; a la sombra de Pablo Iglesias y la alcaldesa.

Iceta (55 años)

Acredita una larga trayectoria entre los socialistas, ha sido concejal, diputado y gran fontanero de Narcís Serra en la vicepresidencia del Gobierno. Es quizás el barón territorial mejor considerado por sus pares en el PSOE pese a sus notorias discrepancias sobre el modelo territorial de España. Concluyó la purga de los sectores nacionalistas en el PSC y se ha lanzado a la campaña con el espíritu del que no tiene nada que perder.

García Albiol (48 años)

Sus dos metros largos de altura y una discutida gestión como alcalde de Badalona le han dado una notoriedad impensable para un edil de modesto pedigrí político. Con un discurso duro, antisoberanista sin concesiones y siempre polémico, fue el escogido por Mariano Rajoy para relevar a una quemada Alicia Sánchez-Camacho, revitalizar un partido descorazonado y taponar la hemorragia de votantes hacia Ciudadanos. En el PP confían en que su perfil indiscutiblemente conservador sirva para movilizar a su propio electorado.

Baños (48 años)

Es el candidato de la CUP, una formación asamblearia sin líderes estables, en la que todo se elige mediante primarias y se decide entre las bases. Tampoco acredita una trayectoria política aunque sea un referente del soberanismo anticapitalista, tesis que ha expuesto en libros que han hecho fortuna en los círculos independentistas más a la izquierda. No se adjudica ningún mérito en el salto que va a dar su organización, que será la llave del candado de la independencia.

Espadaler (51 años)

Asumió la tarea de ser la cara de Unió el 27-S una vez consumado el divorcio en CiU y tras el borrado de Josep Antoni Duran i Lleida. Puede presumir de una dilatada carrera política en la que ha sido dos veces consejero de la Generalitat con Jordi Pujol y Mas. Tiene ante sí una tarea no menor, impedir la desaparición de un partido democristiano con 80 años de historia, y no va bien.

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