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Álvaro abre un paquete de cromos junto a su padre este domingo. Vídeo: N. Brandón | Foto: R. Fariñas

«Tenía ganas de pisar la calle, aunque en casa no se está mal»

Álvaro es uno de los niños leoneses que este domingo ha podido salir a la calle gracias a las medidas de alivio en el confinamiento

N. Brandón

León

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Lunes, 27 de abril 2020, 10:08

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Durante cada una de las largas jornadas de confinamiento, Álvaro ha levantado el ánimo de sus vecinos de la calle República Argentina. Ni un solo día, le han faltado palabras de ánimo y para todo su público ha sido un descubrimiento muy divertido. Pero este domingo, le tocaba a él disfrutar. En este primer día en el que los niños podían salir a la calle, Álvaro ha paseado junto a su padre intentando cumplir con unas normas que tiene muy interiorizadas. «Hay que salir a un kilómetro como máximo y tienes que guardar la distancia entre metro y medio y dos metros», tal y como lo explica con decisión él mismo.

Las calles de León parecían este domingo Día de Reyes. Los niños han salido con sus patinetes y bicicletas para sentir de nuevo la reducida libertad que por el momento permite la evolución de la pandemia. Pero es que, además, para Álvaro ha sido sin duda su día de suerte. Tras escasos cinco minutos en la calle, le ha tocado a Messi en su paquete de cromos, esos que durante días sus padres le han llevado a casa, pero que hoy ha podido comprar él en persona. «Pues cuando he salido de casa lo primero que he hecho es ir a comprar un sobre de cromos premium y luego andar un rato».

Como otros tantos niños, para Álvaro hoy es un día de sentimientos encontrados. Reconoce que en casa no se está mal, aunque tenía ganas de salir a la calle y pisarla. A los deberes, (a los que este niño se refiere como teletrabajo) se unen los encuentros telemáticos con amigos y también el ocio. «He tenido actividades…jugar a la play, a la tablet… bueno cosas mías».

Junto a todo esto, en el día a día de Álvaro, hay un momento clave en su rutina. «A las 8 de la tarde salía a aplaudir y todo el mundo se me emocionaba cuando decía unas palabritas»

Ya de retirada después de un pequeño paseo, hoy también ha sido para Álvaro una jornada para aprender. Entre otras cosas, por qué no se puede juntar a otros niños y cómo controlar esos impulsos. Todavía es pronto y queda un largo proceso, pero desde este domingo los pequeños pasos de estos niños han marcado un nuevo camino.

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