Montserrat y Raquel confían su futuro al informe de parte que niega la «imputabilidad» al que apelan los imparciales

Tras el testimonio de los testigos claves que han puesto sobre las cuerdas las defensas de Montserrat, Triana y Raquel, el juicio por el crimen de Isabel Carrasco afronta su cuarta y penúltima semana con los informes psiquiátricos de las tres acusadas en el punto de mira del tribunal jurado que afronta sus últimas horas antes de sentarse a deliberar.

Serán claves los informes porque en ellos se sustentan la defensa de Montserrat. El letrado de la asesina confesa de la dirigente política insiste en que su cliente sufre un trastorno mental para intentar rebajar los 23 años de prisión que solicitan acusación y pública y particular. Es su objetivo, y así lo dejó entrever los primeros días del juicio cuando recordó la condena de 18 años de prisión de los padres de Asunta «cuando ellos mataron a su hija y mi clienta mató por su hija».

Para su segunda clienta, Triana, su objetivo es aún más ambicioso y, tras los últimos testigos que han echado por tierra, más complicada. José Ramón García García solicita su libre absolución al remarcar que nunca participó en la planificación del crimen. Objetivo que también persigue el Fermín Guerrero, el letrado de Raquel Gago, que también jugará una baza importante esta semana con un informe de parte con el que intentará probar el supuesto bloqueo en el que siempre ha apoyado su defensa.

«Totalmente imputables»

Teorías que chocarán, y de lleno, con los informes públicos sobre las capacidades mentales de las tres acusadas. De ahí que la cuarta semana de este juicio esté nuevamente marcada por las contradicciones. El informe médico-forense ordenado por el Juzgado nº4 de Instrucción de León determinó que Montserrat, Triana y Raquel son totalmente «imputables» al «no tener alteradas sus facultades mentales».

El informe remarca que ni madre ni hija presentan en el momento del reconocimiento «ninguna manifestación psicopatológica que pueda modificar sus capacidades cognitivas ni volitivas». Al igual que Raquel, que además, según recoge el informe, no tiene «antecedentes previos de ninguna patología orgánica ni mental que justifique la situación de bloqueo que ahora alega. No observando estos peritos ninguna patología durante la explotación».

Resultado contrario al que recogen los periciales de parte. El informe psiquiátrico elaborado sobre Montserrat determina que la asesina confesa padece un «trastorno de ideas delirantes tipo persecutorio» que supone un «déficit grave» en sus capacidades de conocimiento y voluntad, que se ven por tanto condicionadas.

«He hecho un bien por la humanidad»

En el informe, Montserrat justifica el crimen de la ex presidenta del PP de León en la persecución «laboral, personal y de Hacienda» que ejercía Isabel Carrasco sobre su hija Triana Martínez. Y remarca que matar a Isabel Carrasco era la única solución para terminar con su sufrimiento. «No había más remedio que eliminarla para poder vivir tranquilas. Era necesario que muriese. La mala hierba debe cortarse. Solo he hecho un bien por la humanidad», trasladó Montserrat a los médicos forenses que le realizaron un examen para analizar sus aptitudes cognitivas y volitivas que determinan que la autora confesa de los disparos siente «más resentimiento que arrepentimiento».

Un informe clave en la estrategia del letrado de Montserrat para lograr la reducción de la pena por un delito de asesinato con eximente incompleta de trastorno mental para Montserrat. Para la hija la defensa solicita la libertad alegando que ésta sufre una gran dependencia de la madre y alega un "encubrimiento impune".

Raquel, ante una situación estresante

Por su parte, el letrado de Gago presentará un informe en el que se remarca que la agente no padece ni padecía el día del crimen patología psiquiátrica alguna si bien la noticia de que su amiga Triana había sido detenida acusada de un homicidio fue un acontecimiento "estresante que le hizo entrar en un proceso de disonancia cognitiva, que le impidió analizar las implicaciones que tenía el hecho de que hubiera tenido contacto con Triana en las horas anteriores y posteriores al crimen».

El informe continúa señalando que Raquel tiene una personalidad poco asertiva, con pobres estrategias de afrontamiento ante situaciones estresantes y, por ello, su funcionamiento mental «se modificó activándose los mecanismos de defensa de negación, supresión, afiliación y racionalización. Ese fue el motivo y no otro para que durante 30 horas tuviera en su poder el arma y no la entregara a la policía».

Versiones dispares que defenderán y atacarán unos y otros intentado defender la que consideran es su verdad en la semana que será clave para el futuro de las tres mujeres.