El 'efecto boomerang' deja en entredicho la versión de Triana y de su amiga Raquel
Las tres mujeres implicadas afrontan los últimos días de juicio tras una semana complicada en la que los testigos propuestos por sus letrados niegan sus versiones, poniendo sobre las cuerdas sus defensas
a. cubillas - leonoticias.com
Domingo, 7 de febrero 2016, 13:13
Se preveía una semana de trámite pero ha sido clave, al menos, para las acusaciones. La tercera semana del juicio por el crimen de Isabel Carrasco ha echado por tierra la versión de Triana y Raquel Gago que se jugaban el todo por todo y acabaron perdiendo. Triana ha visto como uno a uno todos los testigos propuestos por su propia defensa negaban el supuesto acoso laboral y sexual que desencadenaron supuestamente el crimen.
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Todo sobre el crimen de Isabel Carrasco
Apenas unos segundos bastaron para echar por tierra el testimonio de su padre. Nada de engaño como a chinas, según señaló en su declaración Pablo Antonio Martínez. Su colega y amigo, el jefe de la Policía Judicial de León, encargado de la investigación, negó tajantemente que Comisario de Astorga le hubiese advertido de que su mujer e hija habían sido víctimas de un engaño.
Pero tampoco tuvo a su lado a ninguno con los que un día compartió lugar de trabajo. Uno a uno, todos los trabajadores de la Diputación negaron cualquier irregularidad en las oposiciones que nunca aprobó ni que Isabel Carrasco les hubiera instado a machacar a Triana. Además ni un solo testigo abaló la teoría de la hija de la asesina confesa de Isabel Carrasco el supuesto acoso fiscal ejercido por la presidenta.
Las lágrimas de Raquel
Tampoco ha sido una semana fácil para Raquel, a pesar de que su figura no fue protagonista hasta el jueves, su jefe, el intendente de la Policía Local remarcó que nunca se hizo constar ni por escrito ni verbalmente que sufriera bloqueo alguno. De ser así, remarcó, hubiera aprobado la segunda categoría para Raquel. P
Pero si algo ha centrado esta semana ha sido el famoso bolso que apareció en el vehículo de la agente. A pesar del capote que le echó su amiga Leticia, asegurando que aunque no lo notase el bolso podría haber estado a los pies del asiento trasero del vehículo, los tres agentes que acudieron a casa de Raquel remarcaron que el bolso era visible a primera vista, negaron su manipulación y remarcaron la imposibilidad de que se colara debajo del asiento.
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Una sesión dura para Raquel Gago que se vino abajo durante el testimonio de su hermana así como durante la declaración de la propietaria de la tienda de manualidades que refrendó una versión que, sin embargo, con cada testimonio parece debilitarse aún más.
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