«Que yo desaparezca no nos beneficia»

El letrado de Raquel Gago, el desaparecido Fermín Guerrero, centraba el foco de atención en la jornada que se retomaba el juicio por el asesinato de Isabel Carrasco, tras la suspensión de la jornada del miércoles por la incomparecencia del abogado.

Fermín llegaba al Palacio de Justicia pasados tres minutos de las nueve de la mañana y con cierto sarcasmo hacía un comentario a las decenas de medios de comunicación que estaban esperándole en la puerta: «He llegado, tarde, pero llegué».

El abogado sí decidió pararse, ante la petición de los periodistas, en el receso de la sexta jornada de declaraciones del caso. «Estoy bien», aseguraba. El letrado trataba de justificar su ausencia en la jornada previa esgrimiendo «motivos personales» y aclarando que ya había dado las «escusas pertinentes» a quien se las tenía que dar: al presidente de la sala y a Raquel Gago.

«Todo está bien»

«Todo está bien», insistía Fermín Guerrero que tiraba de ironía y sarcasmo en ciertos momentos. «Seguro que mañana es mejor día que hoy», decía sonriendo.

Respecto a la posible reunión mantenida con Raquel en la jornada del miércoles, una vez abandonara las dependencias policiales, el defensor no aclaraba si la información era cierta, «más o menos», aseguraba ante las preguntas de los periodistas. Además, el abogado de Gago reconocía una relación «muy buena, excelente y mejor cada día» con su clienta de quien objetaba que era «una magnífica persona».

Fermín Guerrero afirmaba lo «innecesario» que hubiera sido su espantada del miércoles por motivos de estrategia. «No nos hubiera beneficiado para nada, de hecho, no lo ha hecho».