Agustín Rajoy confía reducir la deuda del Ayuntamiento de León hasta el 2019 en 320 millones

Afronta una nueva etapa al frente del Ayuntamiento de León con las riendas de las áreas más complejas. Agustín Rajoy liderará de nuevo la gestión económica de un consistorio endeudado en un 180%, muy por encima del 110 que marca la ley. Una losa que pesa a día de hoy 250 millones de euros frente a los 434 que se encontró hace cuatro años al asumir la concejalía de Hacienda, fruto de una gestión de control del gasto, ahorro y contención. Pero también gracias, según reconoce, a los planes Montoro que, tras la reconversión de la deuda comercial en financiera, permitieron una financiación del interés del 0%. De ahí que no entienda que la oposición hable de que se ha hipotecado al Ayuntamiento de León «cuando los intereses de esa deuda devengada estuvieron al 8,25%, alcanzando incluso el 11,25%».

«Era una deuda cara y era ilegal no pagarla», señala Rajoy, que asegura que hace cuatro años el Ayuntamiento no era capaz de prestar los servicios porque ningún proveedor le servía, causando además la quiebra de muchos proveedores. «Lo normal es que el Ayuntamiento pague no que vaya en plan pirata».

Su reto en estos próximos cuatro años pasa por seguir reduciendo la deuda, con unas previsiones de una media de 30 millones al año, es decir, saldar entre 100 y 120 millones para que en el 2019 estar hablando de una deuda en torno a los 130 millones de euros y lograr el objetivo del 110% en el año 2021. «Debemos pagar la deuda de la forma más rápida posible ya que estamos hablando del principal problema que tiene este Ayuntamiento», señaló Rajoy, que puntualizó que cada ciudadano destina un 25% de su aportación al consistorio, en torno a los 1.000 euros, para pagar «lo de atrás y el resto lo recibe en forma de servicios».

Una realidad que se traduce en la baja inversión real que ha sido una tónica general estos cuatro años y que se repetirá en un futuro próximo. La capacidad inversora es limitada por el pago de una deuda que deja en manos de la capacidad negociadora del alcalde posibles nuevas inversiones. «Con el calendario actual de pagos va a ser muy difícil que tengamos capacidad para realizar grandes proyectos. Tenemos capacidad para invertir aunque es mínima pero nuestra alcalde tiene una gran capacidad de colaboración con otras administraciones, tanto con la central como con la autonómica, que previsiblemente revertirá en beneficio de León».

Posibilidad de bajar impuestos

Una nueva etapa al frente del área de Hacienda ante la que el concejal se muestra optimista del rumbo económico al que se dirige el Ayuntamiento que, según destacó, descarta aumenta la presión fiscal, entendiendo que la mejoría económica podría hasta hacer un guiño a la ciudadanía.

«Ahora mismo la filosofía de este equipo de gobierno no es elevar los impuestos ni las tasas además la coyuntura económica empieza a ser beneficiosa lo que incluso nos debería permitir bajar los impuestos en la media que lo vayamos viendo», señaló Rajoy, que apuesta por un trabajo silencioso pero tenaz y transversal con el resto de concejalías para que «éstas poco a poco vuelva a devolver la ilusión a los leoneses».

Personal estudia cómo reducir el «elevado coste» y regularizar la plantilla municipal de León

Agustín Rajoy afronta con ilusión el nuevo reto que le ha presentado el alcalde Antonio Silván. A las áreas de Hacienda y Nuevas Tecnologías que venía liderando en la etapa anterior, Agustín Rajoy toma las riendas de la concejalía de Régimen Interior, marcada por la polémica tras la gestión de su compañera Nuria Lesmes. Un área que reconoce que es complicada y llena de problemas que requieren de un profundo análisis para su pronta solución. Y en eso está inmerso el edil. Rajoy ultima la conformación de un equipo para empezar a trabajar en ideas concretas que reviertan la situación del personal municipal, entre otras, sobrecargada de laborales.

Rajoy advierte de que el número de laborales es «muy superior al de cualquier otro Ayuntamiento» ya que en la actualidad apenas hay medio millar de funcionarios en una plantilla que roza los 1.700. «Es una formación atípica de la administración ya que las normas están preparadas para que haya una base de funcionariado amplia».

Asimismo, según remarcó Rajoy, como consecuencia de estos años de ajuste, ha habido una tasa de reposición cero llevada a «machamartillo, lo que ha provocado que la plantilla haya quedado bastante desajustada con la ausencia de mandos intermedios. «Vamos a ver de la mano de expertos de qué forma podemos adecuarnos a la legislación vigente».

De ahí que asegure que uno de sus retos sea la realización una Relación de Puestos de Trabajo. «Mi intención es llevarla a cabo porque nadie ha conseguido hacerlo en los últimos 25 años, ya que la tenemos en la actualidad es del año 90, y si en algunos casos necesitasen un plan de empleo, que se vaya arreglando en el tiempo para que nadie entre ya en las condiciones que están ahora».

En cualquier caso, el edil entiende que la plantilla no está sobredimensionada para «los servicios que se presenta, muchos de ellos sin ser de carácter obligatorio» aunque reconoce que su elevado coste «es uno de los grandes problemas de este Ayuntamiento junto con la elevada deuda». De ahí que una solución para lograr reducir ese coste podría pasar por la supresión de algún servicio no obligatorio que representa aún un déficit anual de ocho millones de euros. Una posibilidad que, en cualquier caso, aún no está en la agenda del nuevo edil. «No se ha valorado. Estamos en una primera fase y, en cualquier caso, en caso de algún día estar encima de la mesa sería garantizando la misma calidad de la prestación del servicio».

Lo que no parece que entrará en su agenda es la municipalización de servicios tras la absorción de los servicios de limpieza viaria y de interior durante la pasada legislatura. «Fue una operación ventajosa para el Ayuntamiento con la que logramos una reducción del gasto de 12 millones pero muncipalizar no es la solución».

En cuanto a la implantación de la huella digital, uno de los proyectos estrella de la era Lesmes, Rajoy deja el proyecto en el tintero hasta que «analice con mi grupo de trabajo si su implantación mejorará el funcionamiento y representa una mayor eficacia».