Montserrat, Triana y Raquel llegan a los juzgados de León para cerrar el sumario de Isabel Carrasco

María Montserrat González, la autora confesa de los disparos que acabaron con la vida de Isabel Carrasco, ha vuelto a salir de la prisión de Villahierro para acudir a los juzgados de León.

Lo ha hecho en compañía de su hija, Triana Martínez, y junto a ellas, la amiga de ésta y policía local de León Raquel Gago. Hasta los juzgados han llegado dos furgones de la Guardia Civil, pero se desconoce si las detenidas han viajado juntas o por separado.

Pasadas las 9:15 horas, las tres imputadas por el crimen de la presidenta del PP y de la Diputación de León han accedido a la cochera de los juzgados. Ambos furgones han llegado escoltados por un fuerte dispositivo policial.

La juez Sonia González, responsable de la instrucción por el crimen de la dirigente política Isabel Carrasco, está a un paso de cerrar el procedimiento para dar traslado del mismo a la Audiencia Provincial de León y la declaración de las imputadas junto a la del marido de la autora material son el último paso antes de la apertura del juicio.

Inicialmente la declaración de las tres imputadas se centrará en aspectos puntuales del día del crimen y los precedentes, así como en fijar de un modo definitivo los vínculos entre ellas. La juez descarta, inicialmente, la realización de un careo.

Fue a mediados del pasado mes de octubre la última vez que las tres mujeres abandonaron Villahierro por un trámite de las diligencias relacionadas por el caso. Motnserrat y Triana fueron sometidas a un estudio médico-forense de imputabilidad para determinar su capacidad cognitiva.

Por su parte, a Raquel Gago se le practicó un estudio para emitir un informe sobre "«enfermedad o aptitud mental, grado de imputabilidad y capacidad de reacción y bloqueo en situaciones de estrés».

Inicio de la declaración

Las declaraciones ante la juez Sonia González han comenzado pasadas las 10:30 horas, momento en el que ha entrado a la sala Montserrat González, autora confesa de los disparos que acabaron con la vida de Isabel Carrasco, mientras las otras dos acusadas por el crimen esperaban su turno escoltadas por efectivos de la Policía Nacional y en dependencias separadas.

En las inmediaciones de los juzgados de León existe un amplio dispositivo policial, además de numerosos medios de comunicación.