¿Qué sabes de la Seminci? Del encierro de Brad Pitt en el hotel a Almodóvar empapelando Valladolid

La costumbre del público de patear en las películas que no les gustaba llevó a la Seminci a publicar una nota (el 23 de abril de 1970 en El Norte) en la que decía: «La Comisión Permanente de la Semana Internacional de Cine de Valladolid (…) creyendo su deber defender un elemental derecho de convivencia, pide a los asistentes a la Semana que eviten cualquier manifestación intempestiva y pública de su opinión, libre y respetable como la de todos, durante la proyección de las películas. Parece a esta Comisión que el respeto a los autores, a la obra en sí y a los demás asistentes no es compatible con cuanto dificulte, de una forma u otra, la perfecta visión y audición de los films».

La costumbre del público de patear en las películas que no les gustaba llevó a la Seminci a publicar una nota (el 23 de abril de 1970 en El Norte) en la que decía: «La Comisión Permanente de la Semana Internacional de Cine de Valladolid (…) creyendo su deber defender un elemental derecho de convivencia, pide a los asistentes a la Semana que eviten cualquier manifestación intempestiva y pública de su opinión, libre y respetable como la de todos, durante la proyección de las películas. Parece a esta Comisión que el respeto a los autores, a la obra en sí y a los demás asistentes no es compatible con cuanto dificulte, de una forma u otra, la perfecta visión y audición de los films».

La costumbre del público de patear en las películas que no les gustaba llevó a la Seminci a publicar una nota (el 23 de abril de 1970 en El Norte) en la que decía: «La Comisión Permanente de la Semana Internacional de Cine de Valladolid (…) creyendo su deber defender un elemental derecho de convivencia, pide a los asistentes a la Semana que eviten cualquier manifestación intempestiva y pública de su opinión, libre y respetable como la de todos, durante la proyección de las películas. Parece a esta Comisión que el respeto a los autores, a la obra en sí y a los demás asistentes no es compatible con cuanto dificulte, de una forma u otra, la perfecta visión y audición de los films».

La costumbre del público de patear en las películas que no les gustaba llevó a la Seminci a publicar una nota (el 23 de abril de 1970 en El Norte) en la que decía: «La Comisión Permanente de la Semana Internacional de Cine de Valladolid (…) creyendo su deber defender un elemental derecho de convivencia, pide a los asistentes a la Semana que eviten cualquier manifestación intempestiva y pública de su opinión, libre y respetable como la de todos, durante la proyección de las películas. Parece a esta Comisión que el respeto a los autores, a la obra en sí y a los demás asistentes no es compatible con cuanto dificulte, de una forma u otra, la perfecta visión y audición de los films».

Al llegar a la estación, el actor contó a los periodistas que el martes le habían operado del oído y le habían recomendado que no condujera. Cuando los reporteros preguntaron a qué se debía la operación, López Vázquez contestó: «A las bofetadas que me ha dado la vida».

Al llegar a la estación, el actor contó a los periodistas que el martes le habían operado del oído y le habían recomendado que no condujera. Cuando los reporteros preguntaron a qué se debía la operación, López Vázquez contestó: «A las bofetadas que me ha dado la vida».

Al llegar a la estación, el actor contó a los periodistas que el martes le habían operado del oído y le habían recomendado que no condujera. Cuando los reporteros preguntaron a qué se debía la operación, López Vázquez contestó: «A las bofetadas que me ha dado la vida».

Al llegar a la estación, el actor contó a los periodistas que el martes le habían operado del oído y le habían recomendado que no condujera. Cuando los reporteros preguntaron a qué se debía la operación, López Vázquez contestó: «A las bofetadas que me ha dado la vida».