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La primera ministra británica, Theresa May. Archivo
Desmoralización 'brexiter' en la primera jornada crítica

Desmoralización 'brexiter' en la primera jornada crítica

El Gobierno organizará votaciones sobre versiones del 'brexit' tras descartar May la marcha abrupta

Iñigo Gurruchaga

Corresponsal en Londres (Reino Unido)

Lunes, 25 de marzo 2019, 11:11

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Sir William Cash, más conocido como Bill Cash, es el abuelo del euroescepticismo en esta Cámara de los Comunes. Demasiado obsesionado hasta el último detalle con la Unión Europea- su padre murió en Normandía avanzando en territorio nazi-, no es popular, pero es una referencia. Se puso en pie nada más terminar Theresa May su declaración y el presidente John Bercow le dio la palabra.

¿Qué asesoramiento legal había recibido la primera ministra para aceptar, con qué autoridad, el nuevo calendario del 'brexit', exigido por el Consejo Europeo, y pretender ahora que anula la ley británica que lo fecha este viernes, 29 de marzo? May le dijo que su autoridad emana del Parlamento, en un nuevo recurso de la líder al '¿de dónde vienes?, manzanas traigo'.

Un folio depositado en el Parlamento por del Gobierno lo explicaba. El calendario del 'brexit'- hasta el 12 de abril o prórroga larga si no se aprueba el Acuerdo de Salida, hasta el 22 si se aprueba- se convierte en ley internacional tras ser acordado el jueves. El proyecto de ley introducido modifica la fecha pero, incluso si el Parlamento británico se opone, las fechas del 'brexit' son las acordadas en Bruselas.

Cuántos artículos se han escrito explicando que la marcha el 29 era ineluctable. Y ahora lo único que pueden hacer es rechazar el proyecto de ley que la modifica y crear, en vez del 'brexit' abrupto, una confusión grotesca en el sistema legal por la yuxtaposición temporal de las normas europeas vigentes y de la versión británica que las incorpora en la ley con fecha 29.

No pueden forzar el 'no deal' y Nigel Dodds, el líder unionista que se ha asociado a los 'brexiters' para capitanear la derrota del Acuerdo, dos veces, habló con la faz enojada de algunos hombres del Ulster al oír a May hablar de un obstáculo nuevo, que nunca había oído en sus maratones negociadores. Según May, los funcionarios de Belfast no tienen poderes para resolver problemas de una marcha abrupta.

Rendición

May, que no descarta que pueda convencer a suficientes diputados para aprobar el Acuerdo de Salida, apaciguó a Dodds. Se podrían transferir esos poderes, pero todavía no se ha hecho, le explicó. Richard Graham, un discreto conservador de maneras finas, se puso en pie para felicitar al Gobierno por no contemplar el trastorno de una marcha sin acuerdo cuando no hay Ejecutivo autonómico en Irlanda del Norte, por la falta de entendimiento entre los partidos. El de Nigel Dodds es el más votado.

Chrispin Blunt es diputado por Reigate,en Surrey, una región rica en el sudoeste de Londres donde ganó la permanencia. En su comarca electoral del referéndum, más amplia que la ciudad que lo elige como diputado, ganó el 'brexit' por 800 votos y él lo abogó por cuestiones geopolíticas. Fue militar y hay unas cuantas ciudades con bases militares que votaron por la marcha.

«¿Comprende la primera ministra que retirar de la mesa la marcha sin acuerdo, a petición de este Parlamento favorable a la permanencia, ha colocado un torpedo debajo de su propio Acuerdo y a cualquier perspectiva realista de 'brexit', y que es la más vergonzosa rendición por un líder británico desde 1942 en Singapur?», preguntó a May desde su escaño. Hubo bastantes risas.

Los 'brexiters' se sienten traicionados, pero es solo el principio de la semana. May afirma que «salvo que el Parlamento lo decida, no habrá marcha sin acuerdo». Su Gobierno promoverá votaciones para identificar qué versión del 'brexit' tiene mayoría en los Comunes. Y quiere someter a una tercera votación su Acuerdo de Salida. Posiblemente, es ya demasiado tarde para que los 'brexiters' lo apoyen a fin de evitar otro Singapur. Ochenta mil soldados rindiéndose en una base indefendible. Winston Churchill era el líder.

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