Borrar
La policía municipal de Saint-Pries detiene a un estudiante durante las protestas de este jueves, AFP
Macron agita el fantasma de la guerra civil

Macron agita el fantasma de la guerra civil

El presidente francés teme que un núcleo duro de 'chalecos amarillos' acuda este sábado a París «para destrozar y matar» tras dotarse de armas

fernando iturribarría

Corresponsal. París

Jueves, 6 de diciembre 2018

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

En el palacio del Elíseo redoblan los tambores de guerra civil. Emmanuel Macron teme que un núcleo duro de miles de agitadores radicales acuda este sábado a París «para destrozar y matar», indicó un portavoz de la Presidencia francesa. El primer ministro, Edouard Philippe, anunció este jueves en el Senado que más de 65.000 efectivos de las fuerzas de seguridad serán movilizados en todo el país, unos «medios excepcionales». Una delegación de 'chalecos amarillos' moderados ha pedido audiencia al presidente esta tarde porque «la insurrección está a las puertas de Francia y no queremos que haya muertos este fin de semana».

A través de sus servicios de comunicación Macron juega a fondo la baza del alarmismo y la dramatización a ultranza en vísperas de la cuarta jornada general de lucha convocada por los 'chalecos amarillos' en otros tantos sábados consecutivos. El Elíseo agita el fantasma de la guerra civil y no duda en esgrimir el espantajo de «una tentativa golpista». Es un intento transparente de deslegitimar la protesta y de disuadir a los manifestantes con voluntad pacífica de volver a las calles con el argumento de que peligrarían sus vidas.

Según el diario 'Le Figaro', los servicios de información han detectado «llamamientos a matar y a dotarse de armas de fuego para arremeter contra parlamentarios, el Gobierno, el Ejecutivo y las fuerzas del orden». Este periódico revela que un ministerio importante ha recibido la consigna de prohibir al personal acudir a su centro de trabajo este fin de semana.

LAS CLAVES

  • Oposición. Socialistas, comunistas e izquierda radical anuncian una moción de censura para el lunes

  • Despliegue sin precedentes. El primer ministro Philippe moviliza a másde 65.000 efectivos de las fuerzas de seguridad.

La evolución anunciada de la estrategia antidisturbios, que busca la detención de los alborotadores en medio de la muchedumbre, va a multiplicar los cuerpo a cuerpo y, por consiguiente, el riesgo de daños personales. «Aplicar un tiro letal a un manifestante o un agitador puede conducir directamente a la guerra civil y al caos total», advirtió el abogado Laurent-Franck Lienard, defensor habitual de policías acusados de violencia, a quien algunos agentes han confesado que dudaron en usar sus armas de fuego en los episodios de guerrilla urbana registrados el sábado pasado.

Audiencia en el Elíseo

En este crispado contexto, los 'chalecos amarillos libres' han pedido ser recibidos por Macron porque Francia está «al borde de la guerra civil». Benjamin Cauchy, uno de los representantes de este colectivo moderado favorable al diálogo con el Ejecutivo, pidió a sus simpatizantes que no se desplacen a París. A su juicio, el presidente debe aceptar una revalorización de los salarios y las pensiones «para calmar la cólera de los franceses».

La Torre Eiffel y varios museos de la capital francesa permanecerán cerrados este sábado, la jefatura de Policía ha pedido a los comerciantes de los barrios escenario de actos vandálicos hace una semana que tampoco abran sus puertas y ya son cuatro los partidos de la liga de fútbol suspendidos por orden gubernativa. El Gobierno teme el contagio de la revuelta a otros sectores como los transportistas, en huelga a partir del domingo, o los agricultores, movilizados desde el lunes. Más de 200 de los 4.200 liceos (institutos de enseñanza media) existentes en el país secundaron este jueves los paros y hubo numerosos incidentes violentos saldados con decenas de arrestados.

Mientras tanto, socialistas, comunistas e izquierda radical han anunciado la presentación el lunes de una moción de censura contra el Gobierno. La iniciativa tiene nulas posibilidades de prosperar ya que esos grupos suman 62 diputados, muy lejos de los 289 de 577 escaños en que está fijada la mayoría absoluta necesaria para provocar la dimisión de Philippe.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios