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Marion y Marine LePen
Marion, el nuevo capítulo de la saga de los Le Pen

Marion, el nuevo capítulo de la saga de los Le Pen

El ultraderechista Frente Nacional galo fía su futuro a la benjamina de esta familia de políticos, que con 24 años regirá los designos de la formación ganadora de las elecciones europeas en Francia

agencias

Sábado, 29 de noviembre 2014, 20:40

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Con solo 24 años, la benjamina de la dinastía Le Pen, Marion Maréchal-Le Pen, es la elegida para regir los designios del Frente Nacional en el futuro, tras recibir el apoyo abrumador de los afiliados en una votación de marcado carácter simbólico.

Fuera de toda duda el liderazgo de Marine Le Pen, el ultraderechista Frente Nacional celebra este fin de semana su XV Congreso en Lyon, donde trata de definir el resto de cuadros de un partido que fue el más votado de Francia en las últimas elecciones europeas. Y es en esa batalla interna donde Maréchal-Le Pen ha impuesto la ley de la saga.

Su victoria en la votación interna para elegir a los miembros del Comité Central (el 'parlamento' del partido), por encima de su vicepresidente y brazo derecho de Marine, Florian Philippot, que solo pudo ser cuarto, le concede el beneplácito de la militancia.

Pese a ello, la pequeña de la dinastía ha rechazado la vicepresidencia del partido para dedicarse por completo a su labor como diputada de la Asamblea Nacional, donde ocupa uno de los dos escaños que el FN tiene en la Cámara baja.

Philippot y Maréchal-Le Pen representan dos corrientes opuestas dentro de la formación de ultraderecha. El primero, educado en las escuelas de la elite política francesa, encarna la sangre nueva que Marine Le Pen ha pretendido inocular en el partido: un dirigente que se proclama "gaullista", partidario del control estatal de la economía y del laicismo a ultranza, pero más flexible en cuestiones sociales y morales.

Por contra, Maréchal-Le Pen se remite a los orígenes tradicionalistas e identitarios del FN y de su abuelo, Jean-Marie Le Pen, al recuperar un discurso batallador centrado en los males de la inmigración y el islamismo.

Pero las querellas intestinas en el Frente son por ahora algo secundario, ante el gran objetivo que aglutina a los 83.000 militantes en torno a Marine Le Pen y la posibilidad real de alcanzar el Elíseo en las presidenciales de 2017.

"Estamos preparados para gobernar. Tenemos a los cuadros necesarios y la experiencia suficiente", dijo en declaraciones a Efe Philippot, quien pese a todo reconoció que si los comicios fuesen mañana no sabe "qué pasaría".

Las encuestas dan por segura la presencia de Marine Le Pen en una eventual segunda vuelta de las elecciones presidenciales, por lo que la otra plaza deberían disputársela los candidatos conservador y socialista.

Antes, los franceses acudirán a las urnas el año que viene para elegir a sus representantes en los departamentos y las regiones, donde el FN aspira a reeditar su histórico resultado de las elecciones europeas, en las que fue votado por más de un 25 % de los franceses.

Según una encuesta difundida hoy, el 52 % de los obreros y asalariados consideran que Marine Le Pen "entiende bien los problemas de la gente como ellos", una cifra alta para una sociedad en avanzado proceso de desafección política.

Pese a ello, todavía suscita el rechazo inmediato de buena parte de la población, como lo demuestran los miles de personas que salieron hoy a las calles del centro de Lyon para manifestarse contra el FN, a instancias de grupos antirracistas e izquierdistas.

La protesta acabó en graves incidentes que colapsaron el núcleo histórico de la ciudad durante toda la tarde, después de que grupos radicales destrozasen tiendas, cajeros automáticos y mobiliario urbano.

A unos kilómetros de allí, en el Palacio de Congresos, una pletórica Marine Le Pen elogió ante la prensa las draconianas medidas contra la inmigración del primer ministro británico, David Cameron, y abogó por lo que llama una "política inmigratoria disuasoria".

El fantasma de la inmigración y el rechazo a la Unión Europea son de nuevo el motor que impulsa la convención, pero el FN pretende introducir otros temas en su agenda, como la ecología o la lucha contra el fraude fiscal.

A la espera de que mañana reelija a Le Pen como presidenta y le dé impulso para su asalto al Elíseo, el Frente Nacional volvió a la carga contra sus objetivos favoritos: los partidos, los bancos, los medios, Bruselas y, por supuesto, los "bobos" (término en francés que contrae las palabras "bohemio-burgués").

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