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Un neonazi mata a once personas en una sinagoga de Pittsburgh, EE UU

Un neonazi mata a once personas en una sinagoga de Pittsburgh, EE UU

El presunto responsable de la masacre se enfrenta a 22 cargos punibles con la pena de muerte

colpisa

Madrid

Jueves, 1 de enero 1970

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Al menos once personas fueron asesinadas ayer por un hombre de raza blanca que entró en la sinagoga Árbol de la vida de Pittsburgh, en Pensilvania, al grito de «todos los judíos deben morir», y comenzó a disparar con un fusil de asalto AR-15 y varias pistolas contra los fieles que participaban en la ceremonia del shabat, según confirmaron fuentes policiales a la cadena NBC y la televisión local KDKA.

El asaltante también abrió fuego contra los primeros efectivos de la Policía que llegaron al lugar y al menos cuatro agentes resultaron heridos. Otra docena de personas resultaron heridas de diversa consideración, confirmó el director de los Servicios de Seguridad de la ciudad, Wendell Hissrich, informaron las agencias de noticias. El hombre se entregó finalmente tras ser alcanzado por varios tiros, «arrastrándose» tras permanecer huido durante media hora.

El sospechoso fue identificado como Robert Bowers, de 46 años. Bowers, vecino de la zona y conocido neonazi, publicaba mensajes contra los judíos en las redes sociales, junto con lemas como «no se puede hacer que América vuelva a ser grande mientras haya una infección de judíos», a los que acusaba de «traer los malvados y sucios musulmanes al país».

Durante el tiroteo y durante el posterior enfrentamiento con la Policía, Bowers proclamó gritos antisemitas. «Todos los judíos deben morir», «están cometiendo un genocidio contra mi gente», «solo quiero matar judíos».

Bowers ha sido formalmente acusado de 29 delitos federales, 22 de ellos punibles con la pena de muerte, según Brady.

Todas las víctimas identificadas

Las once víctimas del tiroteo ya han sido identificadas y sus familias notificadas, han informado las autoridades este domingo.

«Tras una difícil labor de los forenses, las 11 víctimas fueron identificadas y luego se notificó a las familias», ha expresado Robert Jones, agente del FBI a cargo de la investigación, en una conferencia de prensa.

Entre las víctimas, con edades entre 54 y 97 años, figuran una pareja y dos hermanos, ha precisado por su lado Karl Williams, jefe del equipo médico, en la conferencia.

El templo está situado en el distrito de Squirrel , históricamente el centro de la vida judía en Pittsburgh, y que alberga al 26% de todas las familias de esa religión en el área.

«Un acto aborrecible»

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha condenado el antisemitismo como un «mal histórico» al que hay que enfrentarse con «amor y respeto». «Ha sido un acto aborrecible, un asesinato en masa, pura maldad», ha declarado por medio de un mensaje en Twitter. «Debemos alzarnos por encima del odio y abrazar nuestro destino común como americanos», ha añadido más tarde.

Asimismo, ha abogado por la pena de muerte para evitar tiroteos como el ocurrido la sinagoga de Pensilvania y ha defendido que la presencia de un guardia armado en el templo habría servido para evitar la tragedia. «Deberíamos trabajar en reforzar las leyes relacionadas con la pena de muerte (...). Tantos incidentes, en iglesias... (los agresores) deberían pagar con el castigo último», ha declarado Trump a un grupo de periodistas instantes antes de partir a Indiana. Sin embargo, preguntado sobre la necesidad de endurecer las leyes sobre control de armas, Trump sostuvo que no era el momento de hablar del tema y aseguró que se trata de un problema que no sólo afecta a Estados Unidos.

«El mundo es violento. Es un mundo violento», ha dicho, antes de añadir que es «una vergüenza» que este tipo de acontecimientos pasen «una y otra y otra vez». El tiroteo de Pittsburgh es el séptimo con víctimas mortales que se registra en Estados Unidos en lo que va de 2018.

Por su parte, el alcalde de Pittsburgh, Bill Peduto, ha rechazado la petición del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, de poner a guardias armados en lugares de culto para impedir esta clase de tragedias. «Lo que deberíamos hacer es pensar cómo podemos quitar las armas a esta gente que expresa su odio a través del asesinato», ha declarado.

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