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El arzobispo italiano Carlo Maria Viganò, en una ceremonia. EFE
El acusador del Papa, condenado por robo

El acusador del Papa, condenado por robo

Carlo Maria Viganò, antiguo nuncio en Washington que pidió la dimisión de Bergoglio, se quedó con la herencia de un familiar

darío menor

Corresponsal. Roma

Jueves, 15 de noviembre 2018, 22:22

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Alrededor de dos millones de euros le va a tener que pagar a su hermano minusválido Carlo Maria Viganò, el antiguo nuncio apostólico (embajador) de la Santa Sede en Washington que, a finales del pasado mes de agosto, exigió la renuncia al pontificado del Papa Francisco al acusarle de proteger a un cardenal pederasta. Los diarios italianos informaron ayer de que un Tribunal Civil de Milán condenó al polémico arzobispo italiano a pagar a su hermano Lorenzo, sacerdote experto en la civilización mesopotámica, un resarcimiento de 1,8 millones de euros, además de los intereses y las costas del proceso.

Ambos llevaban desde 2011 disputándose los más de 27 millones de euros en bienes inmuebles, fondos de inversión y efectivo que les dejó su padre, rico empresario del acero. Los dos hermanos decidieron compartir la herencia, aunque era el diplomático vaticano quien se encargaba de su gestión, especialmente después de que a Lorenzo un ictus le dejara en silla de ruedas.

LA CLAVE

Cuando Benedicto XVI decidió mandarlo a Washington en 2011, cesándole de la secretaría general del 'Governatorato', el poderoso organismo por el que pasan todos los contratos de la Ciudad del Vaticano, Viganò echó mano de la enfermedad de su hermano para intentar evitar que lo alejaran de la Santa Sede. Rogó al entonces Papa que le dejara en la Curia romana para poder cuidarle, pero su petición no surtió efecto y el Pontífice lo mandó a Estados Unidos. Poco después se descubrió su mentira: Carlo Maria y Lorenzo llevaban años enemistados y este último no vivía en Italia sino en Chicago, por lo que el traslado a Washington precisamente habría permitido al arzobispo atender mejor a su familiar.

Lorenzo criticó en 2013 duramente a su hermano asegurando que le había engañado con varias operaciones financieras con las que obtuvo más de ocho millones de euros, de los que a él no le entregó ni dos millones. «No considero más humanamente posible continuar soportando los abusos de sujetos que se ponen la piel del cordero para disimular su verdadera naturaleza de lobos», declaró Lorenzo al diario 'Il Giornale'. «Mi hermano me ha traicionado y robado. Se aprovechó de mi enfermedad para dejarme fuera de la gestión de nuestro patrimonio. Vendió bienes comunes y a mí sólo me dejó las migajas».

Fuera de juego

La condena por el embrollo de la herencia deja aún más fuera de juego a Viganò, que el 26 de agosto sacudió a la Iglesia con la carta en la que sostenía que Francisco había protegido al arzobispo abusador y pederasta estadounidense Theodore McCarrick. Fue precisamente Jorge Mario Bergoglio quien expulsó en julio a McCarrick del Colegio Cardenalicio, una medida sin precedentes en casi un siglo, cuando se confirmó que no sólo acosaba y violaba a jóvenes sacerdotes y seminaristas mayores de edad, sino que también había abusado de un menor.

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