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El ministro de Exteriores iraní.
Irán protesta ante la ONU por las «provocaciones» saudíes

Irán protesta ante la ONU por las «provocaciones» saudíes

Teherán espera que Riad atienda "a la llamada de la razón" y deje de apoyar a grupos extremistas y promover el odio sectario en la región

EFE

Sábado, 9 de enero 2016, 14:43

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Irán espera que Arabia Saudí atienda "a la llamada de la razón" y deje de apoyar a grupos extremistas y promover el odio sectario en la región para colaborar en la defensa de la estabilidad global, ha afirmado hoy el ministro de Exteriores iraní, Mohamad Yavad Zarif.

En una nota enviada a la secretaría general de las Naciones Unidas, el diplomático iraní se refiere a "los desafortunados incidentes de los últimos días" entre su país y Arabia Saudí, de los que culpa a sectores en el interior del país árabe embarcados en la misión de "arrastrar a toda la región a un conflicto".

Zarif apunta que Irán "no tiene ningún deseo o interés en escalar la tensión" con sus vecinos árabes y que de hecho sus políticas a lo largo del último año y medio han ido dirigidas a dialogar con Arabia Saudí para promover la estabilidad regional. "Todos tenemos que estar unidos frente a las amenazas que suponen los grupos extremistas contra todos nosotros (...) El presidente (Hasán) Rohaní y yo hemos enviado señales públicas y privadas a Arabia Saudí sobre nuestra disposición a dialogar para promocionar la estabilidad y combatir el desestabilizador extremismo violento", recalca.

Cortina de humo

El ministro explica que la ejecución el pasado sábado del clérigo chií Nimr Baqir al Nimr, que dio inicio a una escalada de tensiones entre Teherán y Riad y a la ruptura total de sus relaciones, fue la última de una larga serie de "provocaciones" saudíes a Irán a las que su país no ha respondido.

Zarif apunta por ejemplo a los ataques a instalaciones diplomáticas iraníes en Yemen, al maltrato sistemático a sus peregrinos en La Meca y a los sermones oficiales "de odio" hacia Irán y todos los chiíes, así como a instigar la guerra económica contra su país. "Frente a estas actitudes sectarias, el Gobierno iraní ha condenado inequívocamente los asaltos contra la Embajada saudí y contra su consulado, y ha asegurado la seguridad y dignidad de todos los diplomáticos saudíes", dice.

Para el ministro, la reacción saudí se debe al fin de las sanciones sobre el programa nuclear iraní, una "pantalla de humo" que a partir de su eliminación "expondrá la amenaza real que suponen los extremistas y sus patrocinadores".

Así, Zarif recuerda que la mayoría de los miembros de Al-Qaida, los talibán, Estado Islámico o el Frente Al-Nusra son saudíes o fueron influidos por "demagogos financiados por el petróleo" que promueven "un mensaje de odio, exclusión y sectarismo" desde hace décadas.

Escalada de tensión

El Gobierno de Arabia Saudí rompió el domingo pasado sus relaciones diplomáticas con Irán tras el asalto la noche anterior de la Embajada saudí en Teherán y su consulado de la ciudad de Mashhad, que se produjo como respuesta a la ejecución del clérigo Al Nimr. Irán detuvo a 40 personas por estos incidentes y quiso restarle importancia mientras Bahréin, Yibuti y Sudán secundaban a Arabia Saudí y retiraban a sus diplomáticos de Irán y otros países árabes llamaban a consultas o reducían su personal en la capital iraní. Mientras, Irán prohibió la importación de bienes saudíes y acusó a Riad de bombardear su Embajada en Yemen, lo que fue negado por los árabes.

Más allá de las tensiones diplomáticas y religiosas, Irán y Arabia Saudí se encuentran enfrentados en todos los escenarios regionales y defienden a bandos opuestos en los conflictos civiles de Siria, Irak y Yemen.

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