Álvaro Muñoz Escassi y Sheila Casas viven un romántico reencuentro tras pasar Navidad separados

Álvaro Muñoz Escassi y Sheila Casas, después de varias semanas jugando al despiste sobre su romance, confirmaban en el especial de Nochebuena de 'TardeAR' que lo suyo va viento en popa a toda vela.

De rodillas tras interpretar a dúo la canción 'Corazón partío' de Alejandro Sanz, el jinete le preguntaba a la hermana de Mario Casas delante de la mismísima Ana Rosa Quintana si quería ser su novia. Con una gran sonrisa, la influencer respondía sin pensarlo que sí y daba a su chico un casto beso en la mejilla, oficializando así su relación 'en directo'.

Sin embargo, ésta relación no está todavía lo suficientemente afianzada como para pasar las Navidades en familia, y Sheila ponía rumbo a República Dominicana con sus padres y sus cuatro hermanos -Mario, Christian, Óscar y Daniel Casas- para celebrar Nochebuena y Navidad bajo el sol del Caribe, mientras que Escassi se quedaba en Madrid con sus hijos Anna Barrachina y Álvaro.

Este sábado el ex de María José Suárez aportaba su granito asistiendo al partido de fútbol solidario organizado por Ana Obregón en Fuenlabrada a beneficio de la Fundación Aless Lequio, y confesaba lo feliz que está, dejando en el aire si ya tienen planes de boda a pesar de que solo llevan 3 meses de relación: «Soy muy mayor, para ir adelantando cosas», apuntaba entre risas cuando Europa Press le preguntaba por los dos anillos que le ha regalado a su chica.

Apenas 24 horas después la pareja se ha reencontrado tras pasar parte de las Navidades separados para despedir el año juntos y dar la bienvenida por todo lo alto a 2025 disfrutando de su amor. Sheila ha regresado antes que el resto de su familia a Madrid para pasar Nochevieja con Escassi.

Nada más verse en plena terminal, y sin importarle que estuviesen rodeados de gente, el andaluz y la influencer se han fundido en un gran abrazo, intercambiando confidencias a pocos centímetros y dándose algún que otro beso muy cerca del cuello. A continuación, Álvaro empujaba la maleta de Sheila hasta su coche, aparcado en el exterior, y ambos abandonaban juntos y de lo más sonrientes el aeropuerto.