Secuestran a la doble española de Pamela Anderson

Annita Yes, la doble española de Pamela Anderson, ha sido secuestrada en el país del Sol Naciente. La historia comenzó el pasado año cuando la joven fue contratada para desarrollarse artísticamente en China. El 27 de octubre le llegaba una llamada con la que le ofrecían tres meses de trabajo, dos de Dj residente en una discoteca y 30 días de gira por el país, por los que cobraría cerca de 6.000 euros.

Annita acudió a la cita acompañada por la cantante Susana Villegas. La joven fue recibida con agasajos y bienaventuranzas. Fue trasladada a un lujoso hotel y les prometieron una estancia ininterrumpida. Pero no fue así, ya que en la mañana siguiente un hombre les obligó a recoger sus pertenencias y les subió a un coche que les llevaría hasta un edificio lúgubre, donde estaba su casa donde se acumulaban los excrementos y la suciedad.

Para mal de males, no vivirían solas sino acompañadas por Din Don, uno de los contratantes con el que la comunicación era quimérica: no hablaba inglés y tampoco castellano. Ante sus quejas, los empresarios españoles apenas daban soluciones: «Nos decían que eran las condiciones pactadas y que poco o nada se podía hacer. Empezamos a pedir que nos sacaran de allí», explica Annita.

Din Don les había requisado todo el dinero que habían llevado en su viaje con la promesa de que lo iba a cambiar por la moneda local, y la embajada más cercana estaba a más de cuatrocientos kilómetros. Esa misma mañana les entregaron un nuevo contrato laboral. No era el mismo «decían que íbamos a trabajar como turistas y que lo haríamos de forma gratuita durante los primeros 30 días». Las joven estaban cada vez más atemorizadas porque las amenazas para que cumplieran con sus obligaciones profesionales eran más intensas y continuadas.

Al final, el manager de Annita logró sacarlas de allí tras un calvario en el que no faltaron llamadas a la embajada y a los cuerpos de seguridad españoles. Las advertencias sirvieron para que les devolvieran el dinero y les sacaran los billetes de vuelta para el día siguiente: «Nuestra sorpresa llegó cuando, al entregarnos la documentación, averiguamos que los billetes estaban fechados para un mes más tarde y cuando les pedimos explicaciones nos dijeron que nunca íbamos a salir de allí y que nos habían devuelto el dinero a cambio de nuestro silencio».

La huida

Annita y Susana planearon su huida. Consiguieron saber que muy cerca de la casa en la que vivían había un autobús que les serviría para llegar a la frontera con Hong Kong, así que "cruzamos andando la frontera". Aprovechando que Din Don estaba trabajando, se marcharon airosas dos semanas después. Ya en España, Susana y Annita no quieren oír hablar de China, ni pensar qué habría sucedido si no hubieran llegado a escapar: "Llegamos a pensar que nos iban a asesinar", concluye.