Murcia se mira en el espejo

Ambas fracturas tuvieron su origen en la moción contra el Ejecutivo de López Miras y en el efecto dominó que provocó en Castilla y León y en la Comunidad de Madrid, que se saldó con el adelanto electoral de Díaz Ayuso y con la moción fracasada contra Mañueco. En aquel envite, los liberales se mantuvieron fieles al PP en Valladolid, pero rompieron su pacto en Murcia. Síntoma de la brújula perdida de Inés Arrimadas.

A tenor de las encuestas, Fernández Mañueco podría repetir la jugada de Díaz Ayuso acariciando una mayoría suficiente, absoluta o no, que le permita gobernar en solitario. De ahí que López Miras esté muy atento al desarrollo de la campaña castellanoleonesa –en la cual se ha implicado junto a otros barones–, ya que se puede repetir el mismo escenario en Murcia en 2023.

Hay otras similitudes: el PSOE ganó las elecciones en ambas comunidades en 2019, pero no pudo gobernar por obra de Ciudadanos. Ahora, los populares le han dado un vuelco a la situación, a la vista de los sondeos, con el añadido de que podrían estar en manos de Vox.

Unido a esto, el debate sobre la carne, las macrogranjas y los múltiples ataques que recibe el sector agrícola y ganadero son votos directos para el centro derecha. Con sus peculiaridades, ambas regiones tienen una potente estructura socioeconómica basada en el sector agroalimentario, cuyos dirigentes vuelven a tomar las calles.