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El abogado Alberto López-Villa sale de los juzgados de Segovia. Antonio Tanarro
El último de la fila... en IU Segovia: «Estar toda la vida de espectador rayaría la irresponsabilidad»

El último de la fila... en IU Segovia: «Estar toda la vida de espectador rayaría la irresponsabilidad»

El abogado Alberto López-Villa recuerda por experiencia que «ir retrasado en una lista no significa que sea imposible»

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Miércoles, 15 de mayo 2019, 13:19

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El Espinar (Segovia), año 1999. Izquierda Unida saca un concejal. El edil es Alberto López-Villa, quien asume la responsabilidad de haber perdido dos representantes en la corporación municipal con respecto a los anteriores comicios y dimite poco después. Corre turno en la lista, y la número dos se sienta en el sillón, pero dura poco. Dimite a los tres meses. Corre otro puesto. El tercero expresa su negativa a ocupar el escaño en el Ayuntamiento. Las renuncias se suceden «en cadena» hasta llegar al duodécimo nombre de la lista de trece.

Alberto López-Villa recuerda esta anécdota en primera persona para poner de manifiesto que «ir en un puesto retrasado no significa que sea imposible» llegar a ser concejal.

Es realista. A pesar de la experiencia espinariega, tiene claro que ser la persona que cierra la lista de la candidatura de Izquierda Unida a la capital de Segovia «es algo más simbólico que tiene que ver con la presencia en los últimos meses en los medios de comunicación por el tema de los procesos de Caja Segovia».

El portavoz de IU en el Consistorio y número uno de la lista, Ángel Galindo, fue quien le propuso que ocupara ese puesto honorífico en la candidatura y aceptó. Alberto López-Villa ha ejercido en los últimos años la representación legal de la única formación política que quedó viva como acusación popular en los procesos judiciales abiertos contra antiguos directivos de la extinta entidad de ahorros.

Experiencia como concejal

Sin embargo, la política municipal no le es extraña al abogado. En concreto, en el Ayuntamiento de El Espinar; aunque «la primera vez que figuré en una lista fue de suplente al Senado por Izquierda Unida en el año 1986». López-Villa conoce los fondos de las listas electorales al haber ido en puestos retrasados y también sabe muy bien lo que es ser número uno de una candidatura para optar a empuñar el bastón de mando en El Espinar. Lo ha sido hasta en tres ocasiones, recuerda el letrado: en 1991, 1995 y 1999.

De hecho, ha ejercido en la política local como concejal en el Consistorio espinariego entre 1991 y 1999, cuando lo dejó y cuando costó tanto encontrar un sustituto a sentarse en el sillón ganado en las urnas por IU.

«Todo ciudadano debería involucrarse una vez en su vida en alguna formación política y asumir responsabilidades, porque estar toda la vida de espectador rayaría la irresponsabilidad», concluye este defensor del turno de oficio, un servicio que «en absoluto está remunerado».

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