Fatiga electoral de materiales

He ahí el peligro que tiene semejante forma de actuar de los políticos: conduce al votante a la fatiga. Ha sucedido en Valladolid (la madre, en Castilla yLeón, de todas las batallas del 28-M): tantas veces se han visto las caras en debates a 5 o a 2 el alcalde socialista, Óscar Puente, y el aspirante popular, Jesús Julio Carnero, que ha sido fácil saber cuándo el primero le iba a arrear un satenazo dialéctico al segundo y cuándo este iba a lanzarle pullas al primero.

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O, por ejemplo, le ha pasado a Pedro Sánchez: tanto anuncio de medidas ha llevado a que cuando ha tenido mitin sin ellas, como que ha sonado a bluff. Incluso Alberto Núñez Feijóo, el rey de los patinazos mitineros en la derecha española en esta etapa democrática, al que le han sacado los colores hasta cuando acertaba con la provincia en la que estaba.

Pero lo deseable es que pasado mañana, cuando a medianoche los partidos valoren resultados, el perdedor no se atreva a decir que estas elecciones no han sido la primera vuelta de las generales de diciembre. El director de Gabimete de Moncloa, Óscar López (de infausto recuerdo por estas tierras) ha expuesto tanto a Sanchez en una campaña en la que no es candidato, que la clave nacional que ha jugado el PSOE le puede dar un golpe de aúpa.

Faltan dos días para votar.